Tultepec, Méx.— A ocho años de la explosión que cobró la vida de 46 personas y 80 lesionados en el mercado de artesanías pirotécnicas de San Pablito, artesanos de la pólvora y vendedores, se dicen en pie de lucha y afirman que el lugar es seguro para visitarse, coincidiendo en la necesidad de avanzar sin dejar del lado lo ocurrido, pues es una historia que no quieren volver a vivir.
Margarito Pineda recuerda que aquella tarde del 20 de diciembre del 2016 murió su sobrina, Estefanía Pineda, de 15 años de edad. “Ella estaba aquí y al salir una piedra le alcanzó y le pegó en la cabeza. Queda uno traumado, pero como dice el dicho ya lo pasado pasado y hay que seguir trabajando, es nuestra única fuente de trabajo”.
Tras la reconstrucción del mercado, Margarito reabrió su local, que ahora cuenta con todo lo indicado por la Secretaría de la Defensa Nacional para poder abrir, tanto lo relacionado a permisos y medidas de seguridad como lo son los extintores, arena, agua, pala, pico y letreros de advertencias, ya que refirió esto da la certeza a la gente de que compran en un lugar seguro, pues de no acatarlo, la Sedena les cerraría.
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“Fue algo sorpresivo para todos, estamos en pie de lucha todavía. Ese día corrimos para todos lados y el que se salvó se salvó. La gente sigue viniendo y no es de aquí nada más, es de muchos lados”, contó el hombre que está a punto de cumplir 60 años dedicándose a la fabricación y venta de artesanías pirotécnicas.
Para reforzar las medidas de seguridad, el titular del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, Emmanuel Reyes Urban, sostuvo que cada años hay dos capacitaciones para la gente que comercializa los fuegos artificiales en San Pablito, en materia de seguridad, en protocolo de actuación, uso y manejo de extintores, radio expansivo en caso de accidente, energía estática, reglamento de la Sedena, e informó que de 300 locales construidos, operan hasta 180 en temporada fuerte y 96 siguen pendientes por obtener sus permisos.
“Tenemos unos ahí que no tienen permisos, hay pláticas con Sedena porque siempre se ha dicho que es mejor tenerlos legalmente en un lugar establecido que cumple con las condiciones de seguridad a tenerlos en casas habitación. Eso es lo que queremos evitar, que vendan mejor de manera correcta y segura en el mercado de San Pablito”, agregó al reconocer no se han logrado avances este año debido al cambio de gobierno federal.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, Reyes Urban también lamentó que aún existen algunos locatarios dentro del mercado de artesanías pirotécnicas de San Pablito que no entienden la cuestión de la seguridad en cuanto a la cantidad de la pirotecnia que pueden tener, la cual es de máximo 25 kilogramos, señalando que no todos son pirotécnicos y hay muchos comerciantes que no tienen respeto por los fuegos artificiales.
“Siempre hemos dicho que el que olvida su pasado está condenado a repetirlo. Lo que ha hecho el gobierno del Estado de México es reforzar las visitas, ya son permanentes. Y de los reglamentos que determina Sedena, no somos nosotros. Se ha cambiado. Se han reforzado los módulos, se ha reforzado la materia de seguridad, las capacitaciones que son dos al año, a todos los locatarios, de manera obligatoria y no acuden todos desafortunadamente”, expuso el funcionario.
Hay varias teorías sobre la explosión que consumió los 300 locales, comentó, sin embargo todo apunta a un descuido por el exceso de cantidad de pólvora. El exceso de confianza. El material con el que estaban construidos los módulos, que era block ligero. Por ello, insisten en las capacitaciones y en cumplir con los límites de pólvora, pues no quieren se repita el exceso de confianza y en caso de tener un accidente, con 25 kilos, sí podrían mitigar una situación de emergencia.
Magdalena Sánchez también vende pirotecnia desde hace más de 20 años y comentó que sí pasó por su mente dedicarse a otra cosa, sin embargo, le sorprendió que al día siguiente del accidente comenzaron a mandarle mensajes varios clientes para pedirle productos, a pesar de todo lo ocurrido, y al quedarse sin mercancía, la consiguió con una compañera.
“Esto es bien hermoso, es peligroso pero es bien lindo este negocio. Yo lo quiero mucho porque mi papá se dedicó a esto. Ya ni quiero recordar porque estuvo muy triste por las vidas que se perdieron. A nosotros nos dio tiempo de salir y correr para la puerta y nos quedamos en la calle San Pablito. Todo fue muy rápido, en menos de dos minutos pasó todo”, dijo al recordar que aquella tarde estaba acompañada de sus dos hijos, quienes se encontraban de vacaciones.
Tras la explosión ya no les permitieron vender en el mercado durante dos años, comercializando por fuera hasta la reconstrucción de los locales, mismos que hicieron más chicos y les prohibieron la venta de cohetones, bombas de araña, truenos fuertes y brujitas de garbanzo.
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Para Israel Reyes, vendedor de cohetes en el tianguis considerado como el más grande de América Latina para la venta de fuegos artificiales, la actividad de la pirotécnia está satanizada.
“Nuestro trabajo siempre lo han satanizado, cómo no satanizan la venta de armas, por eso a veces mucha gente no viene, se van con la finta de que es malo, usándolo responsablemente no pasa nada. Son errores humanos. Los accidentes no nacen, se hacen”, enfatizó.
Además, destacó que Tultepec es reconocido a nivel internacional por la calidad de los artificios de pirotecnia que crean, además de ser su principal actividad económica.