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La modalidad de extorsión conocida como “gota a gota” mantiene en jaque a los pequeños comerciantes, sobre todo a los tianguistas y a quienes tienen puestos fijos y semifijos en los mercados de por lo menos seis alcaldías. Pero el fenómeno ya creció y se tiene conocimiento de que operan en 13 entidades del país.
Las autoridades capitalinas han detectado que un grupo de colombianos es el responsable de este delito que, según las estadísticas, afecta a 30% de los comercios informales.
El seguimiento de las autoridades locales y federales a este grupo refiere que los colombianos ingresan al país de manera legal, haciéndose pasar por empresarios en Cancún, donde instalan negocios para luego extorsionar a las personas.
De este última entidad, crecieron hacia Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Guanajuato y hasta Nuevo León.
“Sin estigmatizar, pero importaron un modelo que fue creado en Colombia, en Bogotá, en Medellín, el ´gota a gota´; algunos colombianos empezaron a traer ese sistema de actuación aprovechando la necesidad de liquidez de la gente”, explicó el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez.
Mercados y tianguis, sus nichos
Los préstamos que realizan van desde cinco hasta los 500 mil pesos a pequeños comerciantes de mercados en las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Gustavo A. Madero e Iztapalapa, así como a los puestos fijos y semifijos de los alrededores. No piden aval ni referencias bancarias o garantía alguna.
Reparten volantes, tarjetas de presentación o se anuncian de boca en boca con la promesa de que el dinero es una inversión para “inyectarle” al negocio, cualquiera que este sea.
En la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) hay denuncias de comerciantes que han revelado que una deuda de 5 mil pesos la han pagado hasta cuatro veces; sin embargo, las autoridades poco han hecho al respecto, pues dicen que prestar dinero no es infringir la ley.
Los “regentea” La Unión Tepito
Las autoridades han detenido 12 células del “gota a gota” y de acuerdo con declaraciones de los asegurados, los integrantes de La Unión Tepito les cobran derecho de piso por trabajar en su territorio, que van de los 200 a 500 pesos, pues han visto que este es un negocio en el que pueden ganar sin tener mayores problemas.
Quienes se niegan a pagar el acuerdo son golpeados, levantados e incluso asesinados, tal como, aparentemente, sucedió el mes pasado afuera del Centro Joyero de la calle Madero en la zona Centro de la ciudad, cuando dos colombianos fueron agredidos a tiros por esta banda delictiva.
“La mayoría son colombianos, algunos casos con participación de mexicanos, venezolanos y hondureños, y cuando se les interroga de quién está al mando, ellos mismos dicen: ‘Yo nada más cobro”, precisa el secretario Jesús Orta.