El trabajo sexual ejercido por hombres también está invisibilizado. Viven contextos de violencia, se les mide la capacidad de hombría y son estigmatizados en servicios de salud por contraer enfermedades de transmisión sexual.
Actualmente, los trabajadores sexuales consideran que las mujeres cisgénero y transgénero se encuentran más organizadas que ellos, por tal motivo organizarán el Primer Encuentro de Hombres que Ejercen el Trabajo Sexual, acompañados por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).
En entrevista con EL UNIVERSAL, Rogelio José Gómez, Jannu Lira y José de Jesús Lira, integrantes del colectivo Alfa, así como Polo Gómez, presidente de Condomóvil AC, compartieron experiencias sobre el trabajo sexual en la Ciudad de México y el país.
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Muchos de ellos tuvieron que ingresar al trabajo sexual para completar sus salarios, pues las condiciones laborales no les permitían cubrir sus necesidades económicas.
Reconocieron que la violencia no sólo se ejerce del hombre hacia la mujer, sino que han registrado casos en donde las mujeres violentan a los hombres durante los servicios, incluso los han obligado a hacerse cargo de una familia.
A esto se suma la extorsión en hoteles y cobro de derecho de piso por parte de grupos delictivos en las zonas en donde realizan el trabajo sexual en la calle, como la Alameda Central, la zona de Hamburgo y La Ciudadela.
“Cuando se habla del trabajo sexual regularmente pensamos o piensa la gente que nada más lo ejercen la mujeres, tanto cisgénero como transgénero, y no. Hoy estamos alzando la voz los hombres que ejercen el trabajo sexual, justamente para darle visibilidad, para tener mayor impacto, empezar a construir un mayor entorno, porque es una de las poblaciones más olvidadas”, dijo Polo Gómez.
En este foro se tocarán temas como salud, las necesidades de los hombres en el trabajo sexual como economía para familias, VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, derechos humanos, entre otras, en donde también compartirán sus experiencias mujeres que se dedican al trabajo sexual.
Polo Gómez señaló que los hombres también se inician en el trabajo sexual de diferentes formas, ya sea porque los corrieron de casa, por cambiar de residencia del interior de la República a la Ciudad de México y no encontrar sustento, otros porque son el sostén de toda una familia y no alcanza para mantenerlos, entre otras.
Comentó que los parámetros de violencia entre el trabajo sexual realizado por mujeres y hombres es el mismo, pues “nosotros también nos paramos en la calle, nos violentan, en nuestras casas nos violentan los vecinos, sufrimos las mismas situaciones que una mujer.
“La gran diferencia que veo es que ellas sí están organizadas, sí están visibles, tienen un gran camino recorrido”, señaló.
Para Rogelio José Gómez, en este tipo de encuentros se necesitan hombres deconstruidos, pues hay a muchos que les cuesta trabajo.
“En algunos casos ha habido clientes que han obligado a un hombre a hacerse responsable a través del trabajo sexual por algo que él no decidió”, indicó.
Los activistas precisaron que hay muchas historias que necesitan ser contadas, pues no hay en la Ciudad y país estadísticas que revelen las condiciones que se viven en el trabajo sexual.
Jannu Lira señaló que en México y América Latina el trabajo sexual no está legislado para hombres y mujeres, y que en este sentido los más adelantados son la europeos, en donde sí es reconocido.
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