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La presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la Ciudad de México se incrementó conforme esa organización delictiva transnacional fue creciendo en todo el país.
El último informe de inteligencia de autoridades federales realizado en 2019 detalla que se asentó en las alcaldías que hacen frontera con el Estado de México: Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.
El documento, al que EL UNIVERSAL tuvo acceso, revela que en esas dos últimas demarcaciones, el CJNG ha establecido unas “oficinas” con lugartenientes.
Ofrecen a los grupos locales drogas al por mayor, armas de alto calibre —para eliminar a la competencia—, balas y personal.
Un ejemplo de esto es el atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana capitalino, Omar García Harfuch, en el que rentaron a sicarios de otras entidades.
En la frontera con el Estado de México se detectaron casas de seguridad y narcolaboratorios.
El informe detalla que el Cártel Jalisco Nueva Generación optó por quedarse en esos puntos por la facilidad que tienen para cruzar y escapar de la Ciudad. Se sabe que en la entidad mexiquense tienen más presencia y con La Familia Michoacana dominan la zona.
A partir de 2019, el CJNG dio los primeros indicios de que ya estaba con su brazo armado en la capital luego de que asesinaran a dos hombres de origen israelí en un restaurante en la Plaza Artz.
Aunque el móvil no ha quedado del todo claro, los detenidos confesaron que fueron contratos por ese grupo.
En septiembre de ese año, en la colonia Narvarte, la policía capitalina arrestó a dos personas que se identificaron como “representantes” del CJNG. Ellos, según los datos que trascendieron, vendían drogas y formaban alianzas con los grupos que operan en la zona sur y oriente de la Ciudad, en específico con el remanente del Cártel de Tláhuac.