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La Ciudad de México se encuentra “muchísimo mejor preparada” para atender una catástrofe derivada de un sismo de altas magnitudes, asegura la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), Myriam Urzúa, quien afirma que los sismos de 1985 y 2017 dejaron una enseñanza que hoy es aplicada en un protocolo que busca bajar los tiempos de respuesta.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria explica que anteriormente no había una institucionalidad entre las autoridades que permitiera atender, de manera oportuna, las catástrofes ocasionadas por los sismos fuertes que han azotado la capital del país, y que fue la sociedad civil la que encabezó, en ambos casos, las tareas de rescate.
Ahora, comenta, esas experiencias permitieron consolidar un protocolo en donde participan 5 mil funcionarios quienes están todos los días distribuidos en 949 cuadrantes en las 16 alcaldías, es decir, ellos están todos los días haciendo guardia en sus bases operativas, dijo, para que en casos de un temblor puedan acudir inmediato a las zonas donde pueden darse colapsos.
Las zonas están ubicadas donde los edificios colapsaron en 1985 y 2017, como Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán, Tlalpan, Iztapalapa, Xochimilco, la parte alta de Gustavo A. Madero y al sur de Azcapotzalco.
“En general, tiene que ver con los lugares en donde hubo colapso en 1985 y 2017, nosotros la llamamos la zona cero, pero fuera de eso también tiene que ver con el tipo de suelo que existe en la ciudad, evidentemente en la zona lacustre, en la zona de transición, son suelos más blandos y más susceptibles a colapsos”, dice.
Todo este protocolo ha buscado bajar los tiempos de respuestas para atender sismos, pues anteriormente estaban en el rango de los siete minutos; hoy, asegura, Myriam Urzúa, ha bajado en 50%, es decir, a tres minutos y medios, pero buscan seguir bajando esta marca.
Otro de los puntos que complementan este protocolo es el Atlas de Riesgo, el cual señala el tipo de suelo con el que cuenta la capital del país, y que ayuda a los desarrolladores inmobiliarios a no construir en zonas vulnerables.
Este documento cuenta con mil 800 capas de información actualizadas en las que se pueden encontrar las zonas de fractura y fallas.
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