emilio.fernandez@eluniversal.com.mx
Nezahualcóyotl, Méx.— De los 82 comedores comunitarios que operaban en Nezahualcóyotl más de 50 han cerrado luego de que el gobierno federal suspendió la asignación de recursos para ese programa que estaba a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social.
Para no afectar a los comensales, la mayoría de escasos recursos, adultos mayores y enfermos, algunos de los responsables de esos lugares tienen que poner dinero de su bolsa, recurrir a mercados o bancos de alimentos, para conseguir los ingredientes y preparar la comida para mantener el precio de 10 pesos que cobraban a sus clientes, quienes no podrían desembolsar más de esa cantidad.
En diciembre pasado fue el último mes que la familia González Alfaro recibió los insumos de la Federación para preparar la comida en el comedor que está a su cargo en la colonia Benito Juárez.
Entre 100 a 120 personas acuden a comer los platillos que preparan todos los días. Se quedaron sin la ayuda oficial, pero continuaron con la operación del comedor.
“Aquí las personas que vienen dejan de ser tus comensales y se convierten en tu familia, por ejemplo ahorita hay gente que viene que no tiene más apoyo que el que le estamos dando en este momento. Cómo les decimos que ya no los vamos a atender, entonces si ellos están discapacitados y nosotros no, entonces a nosotros nos toca trabajar para ello”, comentó Mirna Alfaro, encargada del establecimiento.
Para ayudar a los clientes los miembros de la familia González Alfaro deben realizar otras actividades para obtener recursos, comprar los alimentos y preparar la comida que venden aún en 10 pesos, precio que era el ofrecido a los comensales cuando recibían el respaldo financiero de la Federación.
“Es una labor social porque 10 pesos los alimentos sin el apoyo del gobierno federal, pues ahí se ve el trabajo que estamos haciendo y desde diciembre fue la última vez que nos llegó el abasto, ahorita estamos en marzo y nosotros nos hemos mantenido”, explicó Mirna Alfaro.
José Paulino es un obrero que percibe el salario mínimo y es uno de los clientes habituales del comedor que atiende la familia González Alfaro.
“Pues aquí está sabrosa la comida y barata, más para nosotros que no ganamos tanto es de gran ayuda que funcione y si lo quitaran pues claro que nos afectaría porque tendríamos que buscar otro lugar para comer y tendríamos que pagar más caro por la comida que aquí nos dan en 10 pesos”, contó.
Al respecto, Luis, un trabajador de la construcción que también es cliente asiduo de ese establecimiento, dijo: “Nos afectaría el bolsillo porque es una comida muy económica, como nosotros somos obreros, no ganamos lo suficiente para comprar comidas más caras y aquí es muy económico. Que nos apoye el Presidente, a los de arriba que hablan y hablan los apoyan y a nosotros nunca nos pelan”.
Concepción Mejía, ex coordinadora de los comedores comunitarios de Nezahualcóyotl, explicó que alrededor de 50 de los 82 que funcionaban en el territorio municipal cerraron sus puertas por falta de recursos.
“Ha afectado mucho el cierre, yo le aplaudo al Presidente que quiere quitar la corrupción, [pero] no todos somos corruptos”, mencionó.
Mejía, de manera voluntaria, acude a los bancos de alimentos, con proveedores de verdura y carne para conseguirle mejores precios a los encargados de esos sitios que aún están en funcionamiento, pero no saben cuánto tiempo lo podrán hacer sin el respaldo oficial.