El conflicto que ayer se suscitó en la Central de Abasto, donde un grupo de personas ligadas a la empresa concesionaria de los estacionamientos se apostó en los accesos para ocupar ese espacio argumentando tener un amparo y que provocó un enfrentamiento con otras personas que estaban en el sitio, puso otra vez en la mira a este mercado en la alcaldía Iztapalapa que ya venía dando noticias por las denuncias que se han interpuesto en contra de exdirectores como Julio César Serna y Raymundo Collins. El tema es que todavía está nebuloso qué es lo que está ocurriendo ahí y con las agresiones que se dieron ayer pues el conflicto simplemente escaló y habrá que ver si el Gobierno de la Ciudad de México o el titular de la Ceda, Héctor Ulises García Nieto, pone orden.
La división al interior de Morena en el Congreso de la Ciudad de México es cada vez mayor. Ayer le decíamos en este espacio que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, rechazó la petición de la legisladora Guadalupe Chavira de intervenir en el conflicto y de paso la mandataria local defendió a la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, a quien acusan de intervenir en el proceso interno. El punto es que esto provocó que los legisladores agrupados con la diputada morenista cerraran filas de nuevo entorno a Valentina Batres, de quien dijeron, es la única vicecoordinadora del grupo y así, señalaron, ya no lo es José Luis Rodríguez, pues él renunció a ese cargo para postularse como coordinador. El punto es que las posturas siguen enconadas y ayer hasta el diputado Efraín Morales Sánchez, quien está en el bloque de doña Valentina, dijo que nadie puede meterse en el tema y sólo deben resolverlo ellos. ¿Quién lo solucionará?
En las investigaciones que realiza la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), encabezada por Santiago Nieto, en contra del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por la supuesta triangulación de recursos públicos y donde se involucra al exjefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, la mandataria capitalina, Claudia Sheinbaum, dijo que quien tiene el contacto con don Santiago es el contralor capitalino, Juan José Serrano. Nos refieren que ella no ha intervenido en la investigación pues nos aseguran no es una cacería de brujas. Lo que sí le podemos adelantar, y como se ha venido sucediendo, aún hay exservidores públicos que están siendo investigados por la actual administración por presuntas anomalías y habrá más nombres, nos deslizan.
Le platicamos que el diputado local de Morena, Gabriel Cureño, anda muy molesto. ¿La razón? Pues nos cuentan que el legislador mexiquense estaba armando un grupo con otros cuatro diputados de su bancada para oponerse al proceso de designación del nuevo titular del Órgano Superior Fiscalizador del Estado de México (OSFEM) y la apuesta era ausentarse de la sesión en comisiones para no avalar la convocatoria. Sin embargo, el único que no asistió fue él y los cuatro supuestos aliados votaron con su bancada a favor de los lineamientos para elegir al nuevo auditor mexiquense. Parece que fracasó su rebelión.