Los vecinos de la delegación Xochimilco tendrán que esperar al menos 10 meses más para que se restablezca la circulación en la carretera vieja Xochimilco-Tul- yehualco, que se vio afectada hace casi siete meses, tras el sismo magnitud 7.1 que se registró en la capital, debido a que apenas concluyeron los estudios de suelo.
La gente de la colonia Santa María Nativitas tuvo que regresar a sus actividades tras el terremoto, a pesar de que todavía están las grietas, los vecinos caminan sobre ellas, aunque temen cruzar, se quedaron incomunicados y todos sus movimientos ahora los realizan a pie.
“Los resultados arrojaron que existe una transición abrupta entre la sierra y la zona del lago (de roca firme a arcillas), que sumado a la extracción de agua del subsuelo, ha generado agrietamientos, mismos que se intensificaron con el movimiento del suelo en el sismo pasado”, dijo César Guerrero.
Explicó que tras sacar agua del subsuelo, los materiales que están en esa parte se han resbalado, ocasionando que durante los movimientos telúricos asienten los agrietamientos y se desprendiera la arcilla que se encontraba pegada o colgada del suelo firme.
“Desde el primer día llegamos al sitio a estudiar, los estudios nos dieron una conformación por el tipo de suelo, tenemos divididos en tres zonas A, B y C, en donde hicimos diferentes sondeos, extrajimos muestras, determinamos las propiedades mecánicas del tipo de terreno y de esta forma vamos a determinar qué tipo de suelo, qué propiedades tiene, qué capacidades de carga, la cantidad de agua”, comentó.
Para estos primeros estudios se invirtieron 14 millones de pesos y será aproximadamente en mes y medio cuando se tengan los resultados del laboratorio para así definir las acciones que se tomarán para arreglar la carretera.
De acuerdo con el funcionario, para este estudio se perforaron 21 pozos que forman parte de la etapa de pruebas, en las cuales se inyectó mezcla asfáltica para mejorar el suelo de la zona y que la vialidad sea estable y segura para que se pueda reabrir.
“Antes de realizar cada inyección, un grupo de expertos midió que la elaboración de la mezcla sea tal como lo indica el proyecto. Para estas labores se emplearon una revolvedora, una bomba de agua y una compresora”, detalló el director general de Obras Públicas de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México.
Tras los estudios se propuso una solución que consiste en hacer una gran plataforma que se va a ir consolidando con estas inclusiones que se estarán inyectando con cemento, bentonita y agua.
César Guerrero detalló que una vez que se tengan los resultados del laboratorio, se tomará alrededor de 10 meses para concluir y el tiempo de trabajo será de acuerdo a lo que se vaya encontrando, se estima que se invertirán cerca de 60 millones de pesos, pero será a reserva de los resultados de los estudios.
“Una vez obtenidos los resultados se podrá rehabilitar el tramo de más de 300 metros lineales de la vialidad afectada, donde se contempla perforar 280 pozos para inyectar la mezcla que permitirá mejorar el subsuelo de la Carretera Xochimilco- Tulyehualco”, aseguró el funcionario.