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El presunto delincuente detenido por las autoridades, el pasado fin de semana, después que intentó robar una joyería en las inmediaciones del metro Salto del Agua, fue imputado sólo por el delito de robo y aún está pendiente fincarle cargos por la tentativa de homicidio, a manera de amenaza durante el robo; el detenido supuestamente roció con gasolina a una empleada de la tienda que atracó.

Según los detalles de la investigación, después del robo el imputado fue detenido por elementos de la policía capitalina, la afectada detalló que el delincuente entró al local con un encendedor y una botella con un líquido color blanco, misma que cubría con un guante, después con palabras altisonantes roció la sustancia a las dependientas y les exigió que entregaran la mercancía de los aparadores, con un valor de 80 mil pesos, o de lo contrario les prendería fuego.

En ese momento personal de la Policía Bancaria Industrial (PBI) fue alertado de la situación e inició la persecución del sujeto, quien llevaba artículos de la joyería, logrando su detención metros adelante. Conforme al protocolo de actuación policial, al imputado se le comunicó el motivo de su detención, así como su derecho a guardar silencio, contar con un abogado y enterar a algún familiar de su captura.

Una vez que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México detuvieron al hombre de 33 años, éste quedó a disposición del agente del Ministerio Público de la Agencia Central de Investigación, donde se inició una carpeta de averiguación por el delito de robo agravado calificado.

Al indiciado se le aseguró la joyería que hurtó de los escaparates de la tienda, la botella con un líquido color blanco con el que amedrentó a las víctimas, un guante, una gorra y un encendedor. Como parte de las diligencias practicadas, se recabaron las entrevistas de las afectadas, quienes reconocieron al imputado como la misma persona que ingresó en el establecimiento, las amenazó y robó la mercancía.

El representante social dio intervención a peritos especialistas en criminalística, fotografía, identificación y evaluación, con la finalidad de conocer el valor de lo robado, dando continuidad a las investigaciones para comprobar la responsabilidad del hombre en estos hechos. Por su parte, peritos en química analizan el líquido contenido en el envase, para conocer si se trata de una composición combustible que hubiera podido dañar físicamente a las afectadas.

De encontrarse penalmente responsable de este ilícito, el imputado podrían alcanzar una pena de hasta 10 años de prisión.

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