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Gracias a las denuncias de al menos 15 víctimas, las autoridades de investigación de la procuraduría capitalina identificaron el modus operandi de los agresores de mujeres, que operan en las inmediaciones de las estaciones del Metro. Se sabe que buscan a jóvenes de entre 20 y 25 años, estudiantes universitarias, que regularmente viajan solas y distraídas con el teléfono celular.

Quienes han confiado en las autoridades y denunciaron el ataque (desde acoso y hostigamiento sexual dentro de las instalaciones del Metro hasta intento de secuestro en calles aledañas a las estaciones) son de complexión delgada, tez morena clara, cabello negro y largo.

Las denuncias recabadas revelaron que los días cuando se cometen más los presuntos intentos de secuestro son lunes, miércoles y viernes; aunque tres de las 15 quejas ocurrieron en fin de semana, pero las víctimas igual encajaban en el perfil descrito: estudiantes de entre 20 y 25 años, quienes refirieron que cuando intentaron plagiarlas forcejearon y gritaron para evitar que se las llevaran, dijo.

No encuentran nada. A pesar de contar con esta información, las autoridades no han identificado una célula criminal responsable de estos incidentes. Como parte de los trabajos periciales recorrieron todos los lugares donde se han denunciado los hechos, revisaron las cámaras del C5 y realizaron entrevistas con vendedores ambulantes y vecinos de las zonas mencionadas, pero nadie proporciona mayores datos.

El martes pasado, elementos de la Policía de Investigación (PDI) realizaron un recorrido en la calle López Cotilla, en el cruce con Martín Mendalde, en la colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez, donde una joven denunció que saliendo de la estación del Metro Coyoacán un hombre de 40 años, en complicidad con otros dos, la intentaron plagiar, pero gritar y pedir ayuda evitó que los sujetos se la llevaran.

En la carpeta de investigación CI-FBJ/BJ-1/UI-1S/D/00869/02-2019 se detalla que inmediatamente después de que se recibió la queja y se asesoró a la víctima acudieron a buscar a los responsables.

En la zona se entrevistó a vecinos, comerciantes ambulantes, guardias de seguridad de edificios cercanos e incluso se analizaron las imágenes de una cámara del C5, pero no se encontró el momento justo de los hechos que denunció la joven.

Además, no se han acercado otras tres mujeres a ratificar los hechos que narraron ante el Ministerio Público, por lo que no se ha logrado detener a un solo sospechoso como responsable de estos incidentes.

Trabajan en retrato hablado. Las autoridades realizan los retratos hablados de tres sospechosos, señalados por varias víctimas.

Uno fue descrito como un joven de entre 20 y 25 años, de 1.60 de estatura, con la cabeza rapada en los lados (el resto del cabello teñido en lila y sujetado), cejas depiladas, ojos negros, nariz respingada, boca chica, labios delgados, de complexión delgada, usa lentes de aumento y en el cuello tiene el tatuaje de un mandala.

El segundo sujeto aseguran que es un joven de 26 años, de 1.80 de estatura, rapado, de complexión delgada, ojos rasgados, ceja rala, nariz chata, boca grande y labios gruesos; además, usa un rosario de madera y un reloj dorado en la mano izquierda.

También señalan al conductor del taxi con placas A-3893C, un señor de 60 a 65 años, de complexión robusta, 1.60 de estatura, con barba y cabello entrecanos. Todos traían un arete en la oreja izquierda.

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