metropoli@eluniversal.com.mx
Caos vial, embotellamientos, crecimiento del comercio en vía publica, basura y percepción de inseguridad, son problemas derivados de la operación de una base de transporte público ubicada sobre avenida Revolución y Eje 10 Río Magdalena, denunciaron vecinos de la delegación Álvaro Obregón que ante esta situación demandaron al Gobierno Capitalino liberar la vialidad.
Las maniobras de las unidades del Corredor Revolución S.A. de C.V. (Corevsa), el cual va de San Ángel a Chapultepec, provocan en horarios pico retrasos de hasta 25 minutos para poder superar el cruce mencionado, debido a que suelen obstruir tres de los cuatro carriles de avenida Revolución, señalaron integrantes de la Asociación de colonos de las calles Iglesia, Río Magdalena, avenida San Jerónimo, Fraternidad, Canoa y La Otra Banda.
“Pedimos la recuperación total de la vialidad, aquí todas las maniobras se hacen en la calle (...), ya realmente la tomaron, no hay flujo y son 80 camiones que se estacionan como si fueran terminales de autobuses, pero estos son espacios públicos”, expresó el vecino Alejandro Tagle.
En un recorrido por la tarde, se observó cómo los autobuses de Corevsa llegan a ocupar tres de los cuatro carriles de Revolución y por el único restante tienen que pasar los demás automovilistas y camiones de otras rutas. Incluso, antes de llegar a la zona del paradero, hay que tomar un entronque que conecta con Ciudad Universitaria.
Los vecinos consideraron que la UNAM también podría involucrarse en la recuperación del espacio, pues el paradero está a unos metros de un acceso a CU, además plantearon recuperar el espacio de la antigua vía del tranvía de Revolución.
Habitantes de la colonia La Otra Banda añadieron que los choferes lavan las unidades en las noches y reproducen música “a un volumen inapropiado y molesto”, además de que los operadores limpian una vez al día, lo que es insuficiente, pues suele haber basura en la calle, incluso se encuentran botellas con orines y heces fecales.
“Hacemos un llamado a las autoridades implicadas en la zona para que le den la importancia que tiene, al ser una vía primaria y colindante con un patrimonio cultural de la humanidad. Ha ido avanzando el desorden y el vacío de ley”, añadió el vecino Felipe Echenique.
Los inconformes consideraron que hay “un secuestro de la vía pública”, pues se suman la operación de diversos puestos de comercio ambulante que ocupan las banquetas, sobre todo de comida, los cuales manejan tanques de gas, lo que representa un riesgo, así como aparición de fauna nociva.
A su vez, en la vialidad se han colocado una casa rodante, tinacos, remolques con columnas de alguna obra y baños portátiles, mientras que los vecinos evitan la zona por las noches, pues llega a haber más de 60 unidades estacionadas que limitan la visibilidad y temen que algún delincuente “los encajone” en la avenida y los asalte.
Corevsa empezó a operar en junio de 2012 en la administración de Marcelo Ebrard. Para su funcionamiento, los transportistas se conformaron en una empresa, Corredor Revolución S.A. de C.V. (Corevsa), que da servicio a más de 60 mil usuarios.
Corevsa obtuvo el título de concesión STV/DGT/0010/2012 para brindar el servicio de transporte colectivo de San Ángel al Metro Chapultepec con cerca de 80 unidades, de acuerdo con documentos del portal de transparencia del gobierno local.
En esos documentos se indica que tanto en Chapultepec como en San Ángel, los autobuses están “sin asignación de patio” de encierro, por lo que en este último caso las unidades se quedan sobre Eje 10 sur esquina avenida Revolución.
Los vecinos organizados consideraron que el paradero tiene un “alto impacto” pues su número de unidades equivale a las que pueden estar dando servicio al mismo tiempo en la central de autobuses Tapo o del Poniente, sólo que ahí sí cuentan con un inmueble adecuado.