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Para los usuarios, los 9 mil 455 millones de pesos que se han recaudado e invertido por el alza de dos pesos al boleto del Metro desde 2013, no se ven reflejados en el servicio.
Son las 10:00 horas en la estación Balderas de la Línea 1 y los trenes van llenos; en el andén, cientos de hombres y mujeres se preparan para abordar la unidad mientras que en el vagón se reacomodan para descender.
Las líneas en el suelo que sirven para ordenar la entrada y salida ya no importan, todos quieren llegar temprano, a empujones, unas 13 personas abandonan el vagón, pero más de 20 quieren entrar en una sola puerta.
De acuerdo con el Gobierno capitalino, para esta línea se compraron 10 trenes para optimizar el traslado de personas y los tiempos de espera con una inversión de mil 306 millones 657 mil pesos; sin embargo, ningún tren ha sido incorporado, pues el primero llegará en un par de meses.
Sofía es originaria de Zumpango, Estado de México, y es trabajadora de una empresa que se dedica a la limpieza. Afirmó que el servicio de transporte ha ido de mal en peor desde que aumentó su costo.
“Sí me ha tocado que me den mis paraguazos y una vez me sacaron el zapato cuando iba a bajar en Hidalgo. Yo creo que son muy pocos vagones para todos los que viajamos a diario y a veces se tarda mucho en pasar”.
El costo del boleto aumentó en el año 2013 durante la administración del ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, con la promesa de aumentar paulatinamente, hasta este año, el parque vehicular, sobre todo, de las líneas 1 y 12.
Se prometió también remodelar estaciones como Revolución e Isabel la Católica y modernizar el sistema de tracción de frenado en 85 unidades.
Si bien la mayoría de usuarios entrevistados reprueba el servicio, hay quienes reconocen algunas mejoras.
Optimistas. Franco, de 22 años, utiliza las líneas 2 y 1; destaca la colocación de elevadores y la remodelación de algunas estaciones: “Me ha tocado metros en los que pierdes tiempo en avanzar, en eso creo no ha mejorado pero sí en remodelaciones”. Gabriel, de 18 años, comenta que utiliza el Metro todos los días: “Yo creo que avanzó en la Línea 12, la Línea 1 la han estado remodelando. No ha sido un gran cambio, pero sí lo hay”.
Incluso, destacó la disminución de vagoneros y el cierre de locales comerciales que hacen ver a la estación Hidalgo más amplia.
¿Seguridad? En esa época las autoridades decían que la incorporación de mil 200 elementos de seguridad brindarían mayor seguridad en las instalaciones; sin embargo, y a cinco años de distancia, los incidentes violentos van al alza en las diferentes estaciones de la red.
La procuraduría local informó el año pasado que se registran 10 asaltos al día al interior del Metro.
María Trinidad viaja de Tláhuac al Zócalo, la ama de casa, que también es adulta mayor, comentó que nunca la han asaltado al interior del Metro, pero sí ha presenciado robos al ingresar a los trenes de la Línea 2.
Isa, de 30 años, relató que hace un año fue víctima de robo; le quitaron su celular en Hidalgo cuando un grupo de gente quiso abordar el tren, a la siguiente estación ya no tenía su aparato, nunca lo denunció pues cree que es una pérdida de tiempo.
Sobre las inconformidades de usuarios, el encargado del despacho de la jefatura de Gobierno, José Ramón Amieva, dijo que hace más de 30 años que no se hacían mejoras en el Metro.
