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“El usar bicicleta sí es una mejor opción; ahora no tengo problema con [el abasto de] la gasolina y me transportó en unos minutos”, comentó Héctor Gutiérrez, joven de 22 años que hace sus primeros kilómetros del municipio de Nezahualcóyotl al Metro Pantitlán.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en los biciestacionamientos se observó que el uso de los espacios es constante, aunque en ocasiones es difícil acceder a ellos, como en Pantitlán, donde los ciclistas tienen que convivir muy cerca de microbuses, quienes en ocasiones no respetan el reglamento de tránsito.
Para llegar a este estacionamiento hay que cruzar el Centro de Transferencia Modal (Cetram), lo que es difícil a bordo de una bicicleta, no obstante, la gente ha decidido cambiar la forma de transportarse, pues consideran que hace un bien a su cuerpo y también a su bolsillo.
“Yo hasta bajé algunos kilos. Me siento mejor físicamente, pero también me he ahorrado mucho dinero; yo vengo del Estado de México y tengo que pagar pasaje para llegar al Metro, de ida y vuelta, ahora que uso mi bicicleta me ahorro cerca de 150 pesos a la semana”, dijo Azucena Rodríguez, usuaria del Biciestacionamiento Pantitlán.
Mucha demanda. En la alcaldía Iztapalapa, en la estación del Metro Periférico Oriente, de la Línea 12, también se instaló un biciestacionamiento, aunque ahí hay un cupo más limitado, por lo que la gente que no encuentra lugar tiene que esperar o dejar sus bicicletas afuera.
“Me dijeron que sólo hay cupo para 80 [bicicletas]. Sólo una vez me tocó que estaba muy lleno y no me quedó otra que dejarla en el camellón, pero creo que es buena opción ya que muchos ahorramos tiempo”, expuso Rafael, uno de los usuarios.
Pero la situación crítica en estas zonas periféricas a la Ciudad de México es que no hay infraestructura para que los ciclistas puedan circular seguros por la vialidades; denuncian que en ocasiones el transporte público les “avientan” las unidades, pidiendo que aceleren el paso.
“Quieren que vayamos más rápido y aquí no hay nadie que nos cuide, si hay policías, ni caso hacen.
“Es lamentable que las ciclovías estén instaladas más en el Centro [de la Ciudad] y los de las periferias fuimos olvidados. Espero que con este Gobierno también piensen en nosotros”, denunció Rafael mientras esperaba para resguardar su bicicleta.