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Comerciantes de las colonias Centro, Condesa, Roma y Polanco han tenido que desembolsar al mes entre 15 y 25 mil pesos para pagar las extorsiones de los integrantes de La Unión de Tepito. A pesar de que son decenas los afectados, la mayoría no quiere presentar una denuncia por temor a su patrimonio y a su integridad física.
De acuerdo con los afectados, desde hace tres años, jóvenes de entre 14 y 15 años son enviados a los comercios de estas zonas y por medio de amenazas, exigen una cantidad para brindar “seguridad” a los negocios.
En la zona centro la mayoría de los comercios sufren este delito constantemente, incluso algunos se han mudado a otros puntos de la Ciudad, pues era imposible cumplir con las exigencias de los extorsionadores.
La forma de operar de estos grupos delictivos consiste en que los menores de edad llegan en motonetas a los establecimientos, hacen alusión al grupo que pertenecen y por medio de amenazas, exigen dinero. Las personas que no cumplen con el pago son amenazadas; los adolescentes llegan al inmueble con armas de fuego.
Hace tres años se les exigían 15 mil pesos al mes; actualmente estos grupos solicitan 25 mil pesos y no sólo a los comerciantes formales, también a los ambulantes, incluso han matado a cuatro líderes como Jaime Vázquez Mendoza, quien fue grabado mientras agonizaba.
Nexos criminales. En caso de no cumplir con los pagos, los comerciantes son obligados a dejar el local, mismo que es invadido.
Locatarios refieren que de acuerdo con las investigaciones, este grupo era comandado por Omar Sánchez Oropeza, El Gaznate, asesinado en mayo, quien inició el negocio de la extorsión en el Centro Histórico y se incorporó a La Unión de Tepito.
Los afectados señalan que a pesar de los operativos por parte de la Secretaría de Seguridad Pública local, los detenidos han salido de prisión meses después.
En el caso de los menores es más difícil, pues no se le puede llevar a prisión y por eso son utilizados por los líderes de los cárteles.
La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la CDMX informó que este ilícito es una de las cinco causas principales de delito en el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas.
En entrevista, la líder empresarial, Ada Cruz Davalillo, explicó que el pago por el “cobro de piso” oscila entre los 2 mil y los 26 mil pesos mensuales dependiendo del tipo de negocio.
Por ejemplo, expuso el caso de un restaurante que pagaba a los presuntos delincuentes 13 mil pesos quincenales.
“Son imitadores”. Un día después de que Édgar Bautista, subsecretario de Operación Policial de la Zona Norte de la SSPCDMX, declaró que integrantes de La Unión de Tepito extorsionan a empresarios de Polanco, este jueves otro mando de la dependencia dijo que se trata de imitadores.
En conferencia de prensa, el subsecretario de Información e Inteligencia Policial de la SSP, José Gil García, aseguró que los delincuentes que cobran “derecho de piso” en Polanco son un grupo de cuatro a cinco jóvenes, quienes solicitan permiso para ingresar al establecimiento y tomar el control del lugar.
“Es importante decirles que lo que tenemos son imitadores, son personas que llegan y les dicen que si pueden ingresar, es un tema completamente distinto, nosotros estamos trabajando, la instrucción es contundente y muy clara, no vamos a permitir que estas personas ingresen a los restaurantes, a las zona de esparcimiento en toda la zona de Polanco”, dijo.
El modo de operar de estos sujetos consiste en la visita de menores de edad a los establecimientos, quienes arriban a bordo de motonetas y hacen alusión a que son miembros de un grupo delictivo, principalmente al cártel de La Unión de Tepito y por medio de amenazas, exigen dinero a cambio de seguridad.
Las personas que no cumplen con el pago son amenazada, mientras que los adolescentes llegan al inmueble con armas de fuego.
Las cantidades exigidas oscilan entre los 15 mil hasta los 25 mil pesos al mes y en caso de no cumplir con los pagos, los comerciantes son amenazados con ser amedrentados por los diferentes grupos criminales; sin embargo, en algunos casos sólo son imitadores.