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La aplicación Cabify no es perfecta y aunque hasta el momento nunca han sufrido una falla en su sistema operativo o ha sido víctima de un hackeo, no están exenta de ello, expuso Alejandro Cisneros, responsable de la comunicación de Cabify en México. El mismo argumento sostiene Uber, que en un comunicado de prensa que difundió el lunes pasado, conmina a sus usuarios a corroborar todos los datos cuando se pide un servicio.
Ante las denuncias sobre los servicios deficientes que ofrecen estas aplicaciones y que se han difundido en redes sociales, ambas recomiendan a sus usuarios tomar medidas de seguridad extras al momento de solicitar el servicio, tales como verificar que efectivamente el vehículo que se solicitó sea el que llega por el cliente.
También que los datos del chofer sean correctos, que la fotografía que tiene la aplicación coincida con la del conductor, así como las placas y el modelo del vehículo. En este sentido, Uber y Cabify dieron a conocer que mantienen un estándar alto en su seguridad; además aseguran que los filtros para la contratación de choferes y socios es seguro.
“Hasta el momento en ninguna parte del país se tiene registro de que la base de datos de Cabify haya sido hackeado, pero si tomamos en cuenta que por ejemplo se han vulnerado sistemas de seguridad del FBI, eso nos demuestra que la aplicación no es infalible. Sin embargo, nosotros somos los que menos quejas o denuncias en redes tenemos, seguimos manteniendo un nivel de seguridad alto.
“De cualquier manera le sugerimos a nuestros usuarios que tomen medidas de seguridad adicionales, actos sencillos con los cuales pueden sentir la tranquilidad de que todo está bien, de cualquier manera atendemos sus quejas y demandas de inmediato, si te das cuenta, en nuestro caso las molestias son muy bajas, casi no se habla o se quejan de nuestro mal servicio”, comento Alejandro Cisneros, responsable de la Comunicación de Cabify en México.
Uber —con la que también se intentó sostener una entrevista vía telefónica— explicó en un comunicado de prensa que empezó a difundir desde el pasado lunes una serie de medidas de reforzamiento de la seguridad en la aplicación.
Ambas aplicaciones reconocieron que sus conductores son una población flotante, pues en promedio trabajan de nueve meses a un año.
Las empresas afirman que tienen filtros y estándares altos para la contratación de socios, a quienes aplican exámenes sicométricos, toxicológicos, sicológicos, y se les pide la carta de antecedentes no penales.
A pesar de estas pruebas, ninguna de las aplicaciones —por el promedio de vida laboral de cada chofer— les da seguimiento, es decir, una vez dentro de las empresas no se les vuelve a evaluar.
A raíz de que Uber y Cabify se han visto involucradas en temas de seguridad, la primera recientemente en una investigación de la procuraduría capitalina que apunta a que los choferes son usados aparentemente para la entrega de droga, y en la segunda uno de sus choferes es investigado por la desaparición de una joven en Puebla, anunciaron el incremento en las medidas de seguridad en la aplicación, así como en el personal que labora como conductor.