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Las filas para pagar multas de tránsito son largas. Por lo menos 20 personas se acumulan afuera de la oficina de Atención al Ciudadano de la Secretaría de Seguridad capitalina para pedir informes sobre sus multas.
Para César Beristain no es una nueva experiencia el acudir a estas ventanillas ubicadas en la calle Liverpool. “Todo esto puedes hacerlo por internet, pero si vienes aquí te hacen un descuento”. Este joven llegó poco después del mediodía, con una copia de su tarjeta de circulación y su permiso.
De acuerdo con lo que investigó en una aplicación que instaló en su celular, debe más de mil 200 pesos por sobrepasar tres veces la velocidad máxima en distintos puntos de la Ciudad. La multa más cara que tendrá que pagar asciende a los 781 pesos, que se justifica por exceder los 80 kilómetros por hora. César ya sabe que si llega a las ventanillas de la SSPCDMX le pueden hacer un descuento del 50 por ciento. El año pasado lo infraccionaron seis veces. Todas y cada una de ellas fueron a través de las cámaras de video vigilancia que registran la velocidad a la que manejan los capitalinos.
“Hay vías de 50 kilómetros y hay vías por Aragón, en la 608, entonces igual y las vías principales el 80 está bien porque evitas muchos accidentes”, dice.
A César le toca en próximos días hacer su verificación, por eso quiere agilizar el trámite. Dentro del centro de atención de la SSP hay varias ventanillas en las que por lo regular te atienden rápido. “Cuando estás adentro te enseñan una foto de tu multa, ya si quieres poner una queja toma más tiempo, y entonces te muestran una foto más grande, con mayor detalle”.
A pesar de que en su historial tiene casi diez multas, César también admite que aunque ha considerado disminuir la velocidad en la que maneja, en ocasiones “la prisa” lo motiva para incumplir el reglamento. Por otro lado, Juan Manuel, un vecino de la colonia Doctores asegura que las fotomultas son un negocio.
“Uno está indefenso y no puede reclamar. Las multas son muy elevadas, y aparte aún siguen apareciendo multas fantasmas. Me han puesto dos multas en lugares por los que nunca pasé”, asegura. Sin embargo, dice que no puede quejarse con las autoridades, pues éstas se escudan en que los aparatos que captan las infracciones son de una empresa privada.
El Juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa en la CDMX, Fernando Silva García, resolvió de esta manera diversos juicios de amparo en los que estableció que un video o una foto no deben generar, automáticamente, una sanción administrativa o penal.