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No son los Beatles pero con su inconfundible uniforme paralizan, por segundos, la vialidad. En el concurrido cruce de Eje Central y avenida Juárez nadie es indiferente al grupo de policías que, en vez de armas, porta instrumentos musicales. Los Nuevos Tenientes de Anáhuac posan para la cámara sonrientes.
Con cuatro discos grabados, la más reciente alineación de este grupo músico–vocal, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP–CDMX), mantiene viva una tradición que, en noviembre próximo, cumplirá 50 años, al interpretar géneros que van del ranchero a la banda, pasando por el bolero.
El nombre del grupo surgió en los 60, cuando los primeros miembros eran segundos oficiales con grado de tenientes y vivían en el Valle de Anáhuac, mejor conocido como Valle de México.
Los 10 integrantes son policías en activo y se dedican exclusivamente a esta actividad, con la que muestran la cara cultural de la dependencia. Además de incentivar la participación ciudadana cuando se presentan, buscan contrarrestar la percepción negativa que algunos sectores de la sociedad tiene sobre los cuerpos policiacos.
“Unos lloran, otros ríen, se alegran. Pero en general es llenar el espíritu con nuestra música y eso es reconfortante. Es algo maravilloso con lo cual podemos conectar con nuestros semejantes”, declara en entrevista Juan Antonio Chirino Rodríguez, comandante y director de Los Nuevos Tenientes de Anáhuac.
El Jefe Chirino, como lo llaman sus compañeros, agrega que “es una satisfacción muy grande ver la cara de la gente, cambiamos su rutina diaria y logramos que tengan otra imagen de la secretaría, que vean que somos seres humanos, padres de familia igual que ellos, y con la música generamos ese enlace”.
“No los quieren pero qué bonito cantan”
Una serie de eventos fortuitos hizo que estos músicos se encontraran. Por ejemplo, dos de sus voces principales se dedicaban a cantar en eventos privados sin pertenecer a la corporación. Otros eran policías de Tránsito que cantaban y tocaban la guitarra como pasatiempo en el cuartel del sector Balbuena.
En 1968, el entonces director del Departamento de Policía y Tránsito, general Renato Vega, organizó una fiesta para celebrar su cumpleaños. Ahí tocaron juntos por primera vez sin conocerse y el General Vega, al escucharlos, pensó que podrían ser la imagen de la entonces Secretaría de Policía y Tránsito.
En esa ocasión, Leopoldo Aranda Huerta, que no era policía, participó interpretando algunos temas. Ese día, cuenta en entrevista con este diario, fue invitado a unirse al departamento de Educación Vial para cantar junto a otros policías músicos.
Los tenientes ensayaban diariamente entre cinco y seis horas, después de patrullar, en un estudio ubicado en la calle Puebla, en la colonia Roma, propiedad de Gustavo Solís, pintor y escritor cercano de la recién formada agrupación.
Su éxito era tal, que impresionaron a personajes de la política, como Jesús Reyes Heroles. A decir del policía retirado Leopoldo Aranda además de dar seguridad a este funcionario, amenizaban eventos en algunas giras dentro y fuera del país.
Entre lo que más recuerda son las presentaciones en Canadá, a donde eran enviados por Arturo Durazo.
Don Leopoldo relata que durante una presentación en el Teatro Blanquita “hubo un momento en el que el público estaba totalmente callado escuchándonos y se levantó un joven que estaba en la galería para gritar ‘nadie los quiere, pero qué bonito cantan’”.
En 1985, la alineación original de Los Tenientes de Anáhuac se desintegró, pues sus miembros se dedicaron a proyectos personales. Sin embargo, Aranda formó una nueva a la que bautizó como Los Nuevos Tenientes de Anáhuac. La mayoría de los integrantes estaban asignados a la Policía Montada antes de audicionar para unirse al grupo.
La decena de músicos asegura que continúan unidos desde hace 17 años porque forman una familia, en la que además de mantener la disciplina policiaca hay camaradería entre ellos.
René Gonthier López, primera voz del grupo, comenta que han aprendido a combinar su vida personal con la agitada agenda de músicos.
“Somos padres de familia, convivimos normalmente. En los ratos de descanso aprovechamos para estar con ellos. En los fines de semana aunque la familia esté junta, nosotros tenemos que ir a trabajar. Esa es la parte fuerte del trabajo”, relata.
“Lo que la garganta aguante”
En 2000 se integró el último miembro, se trata de Arnulfo Ramírez, toca el guitarrón y relata cómo reaccionaron sus allegados al saber que se uniría a la agrupación musical, pues él era policía operativo. “En mi familia me preguntaban qué es lo que íbamos a hacer, si somos policías. Al principio tenían un poco de razón al decir: se me hace que ya no vas a ser policía, pero la verdad es que seguimos siéndolo”, enfatiza.
Ese mismo año, la secretaría disolvió varias agrupaciones musicales que había al interior, para integrarlas en un solo coro. Los Nuevos Tenientes de Anáhuac lograron mantenerse como grupo músico-vocal y continuar siendo la imagen de la dependencia. Dejaron de pertenecer a la Policía Montada para dedicarse de tiempo completo a la música.
Los Nuevos Tenientes de Anáhuac pertenecen al departamento de Promoción Cultural, Social y Deportiva de la SSP–CDMX. Como grupo oficial de esta dependencia deben acordar las canciones que integrarán el repertorio y cómo se adaptará cada pieza.
Gabriel Soto, voz y guitarra del grupo, lamenta un aspecto de su trabajo, que son los comentarios negativos que de vez en cuando reciben: “A veces la ciudadanía no está informada sobre lo que hacemos, piensan que únicamente deberíamos estar vigilando. Por eso queremos que haya aceptación sobre nuestra función, nosotros tenemos que presentar la imagen y la cultura”.
De todos los lugares que han visitado en conjunto, revelan que sus sitios preferidos para tocar son los asilos, porque ahí habitan personas que toda su vida gozaron con la música y al escuchar de nuevo sus canciones favoritas rememoran experiencias del pasado que los hicieron sentir bien.
En suma, la trayectoria de Los Nuevos Tenientes de Anáhuac y la agrupación original se compone de 19 grabaciones musicales, entre LP’s y CD’s, así como cientos de presentaciones, durante casi cinco décadas. Si bien los primeros discos de esta agrupación fueron grabados en formato LP, estos han sido digitalizados por sus familiares.
La dirección de Promoción Cultural y Social de la SSP-CDMX es la que recibe las solicitudes para que Los Nuevos Tenientes de Anáhuac asistan a un evento, la mayoría son presentaciones en lugares públicos, de las 16 delegaciones. Ellos no cobran por presentación, pues reciben un sueldo fijo.
El comandante Chirino asegura que “la mejor presentación que hemos tenido es la que se va a hacer, la próxima. Aunque a veces falta la difusión y la gente no siempre se entera, cuando nos conocen asisten con mucha alegría y júbilo, a pesar de la cierta renuencia de la gente al desconocer a la policía”.