Trabajadoras de limpia del Gobierno de la Ciudad de México estuvieron, junto con sus compañeros, más de 15 horas borrando las pintas y destrozos ocasionados durante la marcha feminista del lunes por el bloque negro.
Tallaban las pintas con un líquido especial sobre el piso con un cepillo largo, se ponían en cuclillas para borrar el aerosol, otros rociaban agua sobre las calles.
“Somos más de 300, de tres turnos, desde ayer estamos trabajando en limpiar la Ciudad, son como 15 horas”, dijo un trabajador sobre la calle 5 de Mayo.
En un recorrido de EL UNIVERSAL se observaron las tareas que no sólo realizaba personal de Gobierno, sino particulares en edificios y comercios.
En la Casa de los Azulejos, los encargados resanaban las paredes y colocaban pintura para borrar cada una de las frases, mientras algunas transeúntes pasaban al lado de ellos y les decían: “Les importa más una pared”.
El día después de la marcha, el primer cuadro de la Ciudad aún continuaba amurallado.
La manifestación dejó pérdidas millonarias al Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, luego de que el bloque negro irrumpió en varias estaciones para dañarlas, grafitearlas e incluso a robar extintores y otros artefactos de seguridad de las instalaciones. De manera preliminar, las afectaciones fueron valuadas por más de 20 millones de pesos.