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Los líderes de las bandas que se dedican al robo de transeúntes en las zonas turísticas de la Ciudad de México son de origen colombiano, venezolano y brasileño. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) investiga a, por lo menos, cinco células delictivas asentadas en la Zona Centro, el corredor Roma-Condesa, Coyoacán, Polanco y las inmediaciones de plazas comerciales, que buscan a turistas o personas de la tercera edad para quitarles sus pertenencias.
El modus operandi de esas bandas fue importada de Sudamérica y operan en grupos de hasta siete personas; una de ellas escupe a la cara de la víctima, le arroja algún objeto extraño, le pide la hora, la empuja y hasta inicia una discusión, con el fin de distraerla para que en segundos sus cómplices roben su cartera, teléfonos celulares y joyería.
La policía capitalina ha documentado que éstas células delictivas están compuestas principalmente por cuatro mujeres; éstas inician la discusión o provocan el problema, mientras la víctima previamente seleccionada intenta averiguar qué pasa, otra persona arrebata el objeto a robar, después se lo da a un tercer participante de la banda quien escapa tranquilamente con lo hurtado, después de que el supuesto conflicto termina, la víctima se da cuenta que lo robaron.
Los delincuentes aprovechan el tumulto de gente para perderse; incluso, en caso que identifiquen a la persona que inició el alboroto, ésta no es imputada porque no lleva consigo el objeto robado.
Esta táctica la repiten una y otra vez, estimaciones de la SSP revelan que diariamente, en promedio, logran robarse hasta 60 celulares y 20 carteras; sin embargo, de todos estos objetos los afectados no levantan la denuncia correspondiente ante la procuraduría capitalina.
La falta de denuncia hace más fructífero el delito, pues actualmente la dependencia investigadora sólo analiza un caso en todo el año con el mismo modus operandi.
Además, en esta temporada vacacional estas células criminales se concentran en los turistas extranjeros y nacionales quienes son los que más “enseñan” los teléfonos celulares al momento de tomar fotografías de los sitios turísticos. Una vez que han detectado a la víctima, la siguen hasta un lugar concurrido donde la emboscan.
Ante tal situación, la policía capitalina implementó un operativo especial contra estas bandas delictivas; uniformados a pie y en bicicleta realizan rondines de manera más efectiva en los puntos donde se detectaron. El pasado 23 de marzo los uniformados detuvieron a seis personas, entre ellos dos mujeres que se dedicaban a robar a turistas,
En lo que va del año, la procuraduría capitalina tiene un registro de 2 mil denuncias de robos de teléfonos celulares, a pesar de los operativos y los esfuerzos de las autoridades para erradicar esta problemática, no la han podido frenar pues hay un gran mercado negro de este producto, principalmente de los smartphones que son comercializados en varios locales que se ubican sobre el Eje Central.