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El director General del Servicio de Transportes Eléctricos (STE) capitalino, Guillermo Calderón Aguilera, destacó que en este primer día de suspensión del servicio del Tren Ligero, “[todo] estuvo tranquilo y en orden, gracias a la difusión previa que realizamos”.

Entrevistado por EL UNIVERSAL en la estación Huipulco, el funcionario explicó que por el momento son suficientes los 45 autobuses de RTP o M1 para movilizar a los 40 mil pasajeros que se transportan diariamente en este tramo de seis kilómetros, donde están asentadas las nueve estaciones que no prestarán servicio.

Dijo que la madrugada del lunes, una decena se trabajadores comenzaron a retirar el cableado de los trenes, para que, una vez concluida esta tarea, entre la maquinaria pesada y así comenzar las obras cuyo costo será de 285 millones de pesos.

Tanto en la estación Tasqueña, como en Huipulco —tramo que cubre el recorrido de las unidades del RTP— existen decenas de jóvenes que indican a los usuarios la ruta a seguir, a fin de agilizar su traslado; sin embargo, la mayoría de los pasajeros muestran fastidio, puesto que, aseguraron, pierden de 15 a 30 minutos en hacer el viaje.

Con megáfonos, los llamados “tutores sociales” —que son jóvenes contratados por el Gobierno capitalino para que ayuden en esta tarea— en la estación Tasqueña dan indicaciones a las personas para que aborden las unidades. Les informan que el costo del viaje es de dos pesos y que con su boleto podrán entrar gratis al Tren Ligero.

Mientras, los que llegan de Xochimilco a la estación Huipulco, y que pretenden trasladarse a Tasqueña, les es más fácil el trasbordo, pues los “tutores sociales” acordonaron la zona para que al bajar del Tren Ligero aborden directamente los autobuses sin cobro extra, aunque previamente, en caso de abordar el tren en cualquier estación del tramo Xochimilco-Huipulco, pagarán tres pesos.

El titular del STE realizó el lunes recorridos de supervisión en las nueve estaciones que estarán cerradas los siguientes seis meses: Las Torres, Ciudad Jardín, La Virgen, Xotepingo, Nezahualpilli, Registro Federal, Textitlán, El Vergel y Estadio Azteca, cuyo operativo, destacó el funcionario, “se ha realizado sin contratiempos y la mayoría de los usuarios se muestran colaborativos”, dijo.

Explicó que las obras iniciaron con el retiro del cable aéreo de alimentación eléctrica en las inmediaciones de la estación Estadio Azteca, para posteriormente comenzar a retirar las vías, “que en su mayoría tienen más de 100 años de antigüedad”, comentó.

Destacó que, en 50 años, es la primera vez que se hace una intervención mayor en este medio de transporte, por lo que es mayor su deterioro, “lo que provoca que el Tren Ligero corra a una velocidad de menos de 10 kilómetros por hora”.

Sostuvo que una vez terminados los trabajos, aumentará la velocidad de los trenes hasta 40 o 50 kilómetros por hora y, con ello se reducirán los tiempos de traslado.

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