La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum , destacó que la lucha de las mujeres por la igualdad y contra la violencia ya no va a parar, y que a ella, como funcionaria pública, le corresponde construir una sociedad más justa, una sociedad de derechos y acceso a la justicia para las mujeres.
Durante el Encuentro de 104 Mujeres Líderes que organiza EL UNIVERSAL , refirió que la lucha de las mujeres también es parte de una lucha de transformación de la sociedad, aunque destacó que las luchas sociales tienen más que ganar cuando son pacíficas y convencen en la vía del debate, de la razón y del entendimiento, que cuando se impone la vía de la violencia y la destrucción.
La mandataria capitalina destacó que es totalmente legítima la demanda creciente de erradicar el acoso y la violencia , desmantelar el machismo, garantizar el reconocimiento y el ejercicio de derechos y el acceso a la justicia para las mujeres, pues durante muchos años la violencia de género no ha sido dimensionada en su real magnitud, incluso, el extremo de esa violencia, el feminicidio, tiene apenas algunos años de haber sido reconocido en el código penal.
"Las mujeres padecemos múltiples violencias, pongo mi propio caso, a los 12 años comencé a viajar sola en el transporte público y viví como la mayoría de las niñas, hostilidad y acoso, en la preparatoria, un profesor insinuó que hiciera un viaje con él para obtener una buena calificación.
“En el mundo académico tuve que batallar con el prejuicio de colegas que consideran a las mujeres menos inteligentes, en la política la soterrada creencia de algunos que suponen que sólo es capaz de gobernar un hombre. Tengo una hija que desafortunadamente ella ha vivido también violencias similares", explicó.
Destacó que la violencia hacia las mujeres se muestra en la sociedad en diversas formas, desde el piropo agresivo, la mirada y el roce lascivo, el acoso del jefe a las trabajadoras, el uso de las redes sociales para difundir imágenes y videos sin consentimiento, y "la más abominable", la violencia feminicida.
"Aún más grave, es que la inmensa mayoría de los casos el abuso, el acoso, la violación y el feminicidio son perpetrados por personas conocidas, pertenecientes al círculo familiar o cercano", dijo.
Recordó que lo que hay de fondo en estas agresiones contra las mujeres, es la desigualdad normalizada, una cultura que invisibiliza a la mujer, que la reduce a condición de objeto, negándole la dignidad de persona poseedora de derechos y principalmente aquellas que viven una situación económica desfavorable.
Refirió que la desigualdad se transmite de generación en generación de muy diversas formas, repitiendo visiones estereotipadas sobre los papeles que deben desempeñar las niñas, las jóvenes, las mujeres, las abuelas, como por ejemplo la idea de que sólo la mujer debe hacerse cargo del mundo doméstico y de los cuidados de la familia y que al hombre le corresponde ser el proveedor, de esa forma las mujeres trabajadoras tienen una doble jornada, como esta, existe una cadena de costumbres que marginan, cosifican, lastiman y normaliza la exclusión, la desigualdad y la violencia.
Sheinbaum Pardo
reconoció que la lucha de las mujeres tiene décadas y ha conquistado derechos, no obstante, reconoció hay muchas mujeres que aún no tienen estos derechos, por lo que expuso seis acciones para atender las desigualdades en la capital del país.
La primera es realizar cambios en la legislación que promuevan una vida libre de violencia contra las mujeres así como el establecimiento de sanciones en el código penal que deje en claro que la sociedad considera delitos graves la violencia física y sexual hacia las mujeres; la segunda es dar acceso a la seguridad y a la justicia para las mujeres y capacitación con perspectiva de género y derechos humanos a policías y ministerios públicos.
Asimismo, indicó que se trabaja en garantizar condiciones para disminuir al máximo la violencia en el transporte y los espacios públicos; crear un sistema de protección que atienda a las mujeres en situación de violencia; implementar programas que promuevan la autonomía económica de las mujeres, fortaleciendo la libertad que da la capacidad de las mujeres de valerse por sí mismas; y por último llevar a cabo acciones para fortalecer a las niñas y a las mujeres en sus decisiones y formar también a los niños y a los hombres en masculinidades alejadas del machismo.
"Este es el marco de educación, de acceso a la justicia y de derechos en el que trabajamos en el gobierno de la Ciudad con la plena convicción de hacer todo lo que este en nuestras manos para erradicar la violencia y promover la igualdad", concluyó.