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Sexoservidoras que trabajan de manera independiente en calles aledañas a la estación Revolución del Metro y en otros sectores de la ciudad se reunieron en uno de los puntos emblemáticos para la prostitución, Puente de Alvarado, para exigir que se respete su trabajo, que no sean discriminadas y, sobre todo, que la “violencia mortal” contra ellas, incluidas mujeres transgénero, cese definitivamente.

De igual manera, pidieron a los diputados locales, así como a las autoridades de la actual administración capitalina, que las tomen en cuenta ahora que están evaluando el trabajo de la prostitución en las calles, al asegurar que sólo algunos grupos y organizaciones han “sectorizado” el trabajo sexual, mientras que a las que lo ejercen de manera independiente las han excluido y desde hace años “no han sido escuchadas”.

En este sentido, conminaron a las autoridades en cuestión de seguridad, sobre todo a la policía capitalina, que no las criminalicen y denunciaron que en ocasiones sólo por estar paradas en puntos de tolerancia, las extorsionan o las llevan detenidas, luego que se resisten a supuestas revisiones, cuando, en realidad, aseguran que los agentes tienen otro objetivo, como “manosearlas”.

“Lo primero que queremos decir es que las autoridades y, sobre todo, los legisladores locales nos tomen en cuenta. Vemos que quieren regular la ley de prostitución y está bien, pero hasta el momento no se han sentado con un una de nosotras. Entonces, no saben qué ocupamos, qué nos hace falta, cómo nos sentimos ni nada de eso”, reclamaron.

“Buscamos que no nos criminalicen, que no nos estigmaticen a las que estamos en las calles y, sobre todo, que la gente sepa y se dé cuenta que tenemos derecho, que no por ser prostitutas nos pueden amenazar, matar o agredir”, comentó Rogelia, quien tiene más de 20 años en el oficio.

La reunión se dio en el marco del Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales, evento que aprovecharon para levantar la voz y pedir respeto: “Como te puedes dar cuenta, llegaron muy pocas compañeras por lo mismo, les da miedo salir a las calles y que la gente sepa quiénes son; ese tipo de estigmatización es la que buscamos erradicar”, dijo una de las asistentes.

“En estos tiempos ya no hay cabida para eso; sin embargo, se sigue dando y si a eso le sumamos que no nos toman en cuenta al momento de tomar desiciones, pues estamos desamparadas ante la sociedad y con la autoridad”, comentó Margarita, otra sexoservidora que acudió al evento.

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