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Después de las recurrentes quejas de los usuarios por la lentitud del servicio en la nueva Línea 7 del Metrobús que entró en operación este lunes, personal de la Secretaría de Movilidad capitalina (Semovi) inició un operativo en Paseo de la Reforma, frente al Auditorio Nacional, para agilizar el tránsito de las distintas rutas de transporte público que se concentran en ese lugar.

Este dispositivo de movilidad se realiza desde antes de las ocho de la mañana, cuando el tráfico y los capitalinos abarrotan la avenida para dirigirse ya sea a Santa Fe o a Indios Verdes.

Durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en toda la Línea 7 del Metrobús se constató que alrededor de 15 trabajadores de la Semovi vigilaban y daban vialidad en Paseo de la Reforma, afuera del Metro Auditorio de la Línea 7 (naranja).

Con señas, el personal indica a los operadores de los autobuses de doble piso en qué momento era seguro cambiarse del tercer al segundo carril, pues en el tercer carril está la base de la Ruta 2, microbuses que se dirigen hacia Ciudad Satélite, en Naucalpan, Estado de México.

Mejoran tiempos. De acuerdo con los empleados de la secretaría, este dispositivo de movilidad durará hasta que se regularice el tránsito en la zona y permanecerán todos los días hasta las 10 de la noche.

Aún cuando éste es un punto de conflicto porque los pasajeros tienen que bajar del Metrobús en la estación Auditorio o Campo Marte y después subir a un transporte público adicional para dirigirse a Santa Fe, los tiempos de espera en estas paradas se redujeron en comparación con los dos primeros días de funcionamiento de la nueva ruta.

Ahora, los pasajeros permanecen en la fila alrededor de 10 minutos, pues los autobuses pasan con regularidad por las estaciones.

Sin embargo, un malestar recurrente en los usuarios es que no conocen con exactitud dónde se debe pagar o qué unidad deben abordar, además de que tienen que desembolsar cuatro pesos extras para llegar a Santa Fe.

Otro lado. En el otro extremo de la Línea 7, en la parada de Indios Verdes, la fila para subir a alguna de las unidades excede las 150 personas, pero éstas no permanecen formadas más de 10 minutos, pues los autobuses también parten con regularidad y hay personal del Metrobús que facilita el pago de los usuarios con una terminal en mano.

“Este transporte es más seguro, yo antes tomaba los camiones y era un caos, se tardaba hasta 15 minutos en subir, por eso yo veo mejor esto”, dice Ramón Orozco, un usuario de la tercera edad, quien además asegura que el Metrobús es más cómodo.

Una vez que los autobuses están a 60% de su capacidad avanzan y es hasta cinco estaciones adelante cuando se llena por completo la planta alta.

A los 30 minutos la unidad ya recorrió la mitad de la línea, de Indios Verdes a Glorieta de Violeta. En total, el Metrobús hace un recorrido de una hora y 10 minutos aproximadamente hasta el otro extremo, Campo Marte.

A pesar de los comentarios contrarios sobre el buen o mal funcionamiento del Metrobús, la mayoría de los capitalinos este miércoles se aventuraron a subirse a uno de los autobuses y preguntarle los métodos de pago, las rutas, conocer la primera planta y hacer un cálculo constante de cuánto tiempo se tardan en llegar a su destino comparado con el transporte público que usaban anteriormente.

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