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Elementos del departamento de inteligencia de la Policía Federal, en coordinación con la Unidad Canina, decomisaron el pasado fin de semana 40 cajas de cartón con un total de 996 granadas de fragmentación, que fueron enviadas por la empresa Lpe logistic Belden, ubicada en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a la Ciudad de México, hecho que investigan las autoridades federales.
Horas más tarde del decomiso, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó en un comunicado de prensa que las granadas no representan un riesgo para la población, pues eran solamente las “carcasas” y no contenían ningún material explosivo: “Estos artefactos al no contener materiales explosivos no representan riesgo alguno para la población civil.
“Sin embargo, las cajas que contenían dichos productos fueron puestas a disposición de la autoridad competente para que ésta des-linde responsabilidades”, precisa el documento oficial.
Cabe destacar que desde 2016 las autoridades federales mantienen una investigación para determinar cómo es que se introducen las armas de fuego, algunas de grueso calibre y de uso exclusivo del Ejército, a la zona metropolitana, por lo que le seguían la pista a varias empresas que hacían envíos similares a éste, tanto a la Ciudad de México como a la entidad mequiquense.
Huye el destinatario. Según el informe policiaco, la persona encargadas de recibir la paquetería fue identificada como Juan Ángeles “N”, con dirección en avenida. Acueducto de Guadalupe, 611, de la colonia Santa María Ticomán, en la delegación Gustavo A. Madero.
Sin embargo, cuando el personal de la empresa de paquetería se presentó a entregar las cajas con la mercancía nadie respondió en el domicilio mencionado, pese a que acudieron en varias ocasiones.
Al percatarse del contenido, se dio parte a la Policía Federal el pasado sábado a las 10:30 horas, dependencia que envió a personal especializado a las instalaciones de la empresa de mensajería, ubicada en la colonia Industrial Vallejo, en la delegación Gustavo A. Madero, para revisar las cajas y, en primera instancia, confirmar que presuntamente se trataba de granadas de fragamentación, que al continuar con la revisión de las mismas se confirmó que no tenían material explosivo alguno y que no estaba en riesgo la población.
Las cajas y las supuestas granadas fueron puestas a disposición del Ministerio Público de la Federación, para que sea la Procuraduría General de la República (PGR) la instancia que investigue su procedencia y si está relacionada con alguna actividad ilícita o con alguna organización delictiva que opera en el norte del país.
Lo que más llamó la atención a la Policía Federal es que el remitente es la empresa Lpe logistic Belden, con sede en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
En una primera instancia presumieron que pudiera estar relacionada con algún cártel que opera en esa zona del país.
Las autoridades federales informaron que buscan a Juan Ángeles “N”, a quien estaba dirigida la mercancía, para que rinda su declaración y explique el porqué le enviaban este tipo de objetos, así como para qué pretendía utilizarlos; sin embargo, hasta el momento no tienen indicios sobre su paradero.