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Ana Luisa Apodaca, de 56 años, se retiró de la policía para aprender a nadar y cuidar de sus cuatro nietos.
Nunca, en sus tres décadas de servicio, disparó un arma o rescató algún niño perdido, como le suele suceder a otros compañeros. Sí hizo detenciones por diversos delitos, pero “lo más bonito que me pasó fue acabar mi escuela; hice mi primaria, mi secundaria y mi preparatoria”.
La policía retirada fue integrante de distintos agrupamiento, incluido el de las mujeres granaderas. En sus últimos años de servicio le asignaron la zona Centro, una de las zonas más conflictivas por el gentío diario.
Después de años de carrera, de ver crecer a sus cuatro hijos —que no eligieron ser policías por el riesgo— Ana Luisa decidió dejar su placa.
“Ya son muchos años, no estoy tan grande, pero ya quiero llevar una vida más tranquila, ya no quiero el estrés. Mejor me quiero relajar”, dijo. Durante un año, asegura, descansará en casa y a la par cumplirá una de sus mayores deseos actuales: “Mi ilusión es aprender a nadar”.
Así como ella, otros 310 policías con varios años dentro de la institución fueron reconocidos con cheques para su jubilación.
En total, la SSP repartió 157 millones 229 mil 974 pesos a los retirados; el monto mínimo de los cheques fue de 100 mil pesos y el máximo de un millón 265 mil pesos, este último para un uniformado que acumuló los 50 años de servicio.
En un evento realizado en la sede de la policía, Raymundo Collins, titular de la SSP, dirigió algunas palabras para quienes fueran parte de la corporación.
“Es triste que se vaya gente de tanta experiencia como ustedes, es un proceso de la vida; sin embargo, creo que cada uno de ustedes tendrá un mejor camino a seguir”.
Informó que se retiraron de manera voluntaria un primer superintendente, dos primeros inspectores, tres segundos inspectores, cinco segundos subinspectores, 12 primeros oficiales, ocho segundos oficiales, 43 suboficiales, 103 policías primero, 132 policías segundos y dos policías.
Expuso que se jubilaron 63 mujeres y 248 hombres, quienes “aún tienen mucho que dar a sus familias; les deseo que tengan una feliz vida y siempre recuerden que esta secretaría está orgullosa de ustedes”.
También, les reconoció por “la devoción y entrega que tuvieron para la secretaría, cada uno de ustedes, mujeres y hombres que aportaron su conocimiento, valía y destreza en favor de la sociedad de la Ciudad”.
Luego del evento, los policías retirados esperaron la entrega de su cheque, cuyo monto muchos desconocían. Explicaron que dependía de los años acumulados y del último cargo que obtuvieron.