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El exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo que la construcción del estadio de beisbol Diablos Rojos de México está fiscalizado, y su operación fue bajo los mismos mecanismos que se usaron para otros recintos.
“No hay nada malo en su construcción, está fiscalizado, supervisado. Si alguien se sorprende, que voltee al Palacio de los Deportes, a la Fórmula 1, al Foro Sol”, dijo.
En entrevista, insistió en que no hay nada extraordinario y que los mecanismos que se utilizaron son los mismos que se aplican para el desarrollo de centros de entretenimiento, con la diferencia de que el estadio de beisbol “pasado el tiempo va ser de la Ciudad”.
EL UNIVERSAL, en su edición de ayer, publicó que el Gobierno de la Ciudad de México ayudó a financiar la construcción y mantenimiento del estadio de beisbol Diablos Rojos de México, en la Magdalena Mixhuca, a través de recursos que debieron ingresar a la administración pública. Además, el inmueble será utilizado, aprovechado y explotado por 10 años, con opción a 20 más.
El coordinador del PRD en el Senado agregó que “no hay intereses particulares. Es un estadio de primer mundo, ese estadio va a permitir que la Ciudad de México tenga ligas mayores. Nosotros cerramos las condiciones, pero desconozco en cuánto paró la cifra final, porque recordarán que yo salgo en marzo, y todavía estaban colocando la techumbre, y eso tuvo un costo elevadísimo, porque es especial”, precisó.
