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El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Ramón Aguirre, sostuvo que los riesgos de inundación han disminuido 30%, luego de la construcción de cárcamos de bombeo para el desfogue de agua de lluvia.
En entrevista, el funcionario local descartó que el sistema hidráulico de la capital se haya descuidado, y afirmó que de no haberse construido la planta de bombeo en la zona de Vicente Guerrero, en la delegación Iztapalapa, hubiera habido mil casas afectadas por la fuerte precipitación del jueves.
“Hay muchas cosas que se han hecho, otros años hubo inundaciones con afectaciones muy severas en domicilios (...). Acabamos de construir una infraestructura para evitar que se nos desbordara el río San Buenaventura [en los límites de las delegaciones Tlalpan y Xochimilco], que había presentado desbordamientos en años pasados.
“Construimos un drenaje en Villa Coapa que ayudó mucho a controlar las lluvias que se presentaron. No es un tema resuelto, pero no ha sido descuidado”, externó el funcionario local.
Puntos de peligro. Uno de los factores que también afectan, comentó, es la movilidad. Explicó que hay zonas donde los autos no deben transitar al momento de una fuerte precipitación, lo que provoca que se queden varados.
El jueves pasado se registraron más de 20 vehículos que sufrieron daños por las lluvias, porque no pudieron encender y quedaron en mitad de las vialidades, por ejemplo, en Periférico sur.
Para resolver la problemática, dijo, es indispensable la conclusión del Túnel Emisor Oriente (TEO), porque las obras que se han realizado en la Ciudad de México han sido para disminuir la vulnerabilidad de inundación; sin embargo, no se resuelve el problema al 100%.
“Para poder hacer algunas obras que sean efectivas hay que darle más capacidad de salida al oriente del Valle de México, donde se presentan muchos problemas.
“Y el oriente del valle depende de que se termine el Túnel Emisor Oriente para tener una capacidad que permita desalojar las aguas fuera del Valle de México”, externó.
Insistió en que esta construcción permitirá dar “un salto importante” para resolver el problema de desfogue de agua.
De acuerdo con el gobierno federal, para resolver de fondo la problemática del sistema de drenaje es necesario construir el TEO con una extensión de 62 kilómetros y siete metros de diámetro.
Esta obra permitirá contar con una salida complementaria y alterna al Emisor Central, que abatirá el riesgo de inundaciones en la Ciudad de México y su zona conurbada.
La construcción de este desfogue inició en 2008; sin embargo, no se ha concluido.