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Ricardo Monreal Ávila concretó ayer la presentación de su licencia definitiva al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, como delegado en Cuauhtémoc.
Lo hizo tranquilo y en paz, aclarando que es hora de recuperar el tiempo perdido con su familia y dilucidando que no se alejará de la política pero sin buscar algún cargo.
Por la mañana, y a través de redes sociales, transmitió un breve mensaje a los vecinos de la Cuauhtémoc, a aquellos que creyeron en él y que, aseguró, no los defraudó.
Desde que Monreal Ávila inició su campaña hace dos años para ocupar la delegación sostuvo que no concluiría su administración.
“En nombre de mi esposa y de mi familia muchas gracias por la oportunidad de servir a la Ciudad, muchas gracias a los medios de comunicación, a sus reporteros, a sus directores, estoy convencido de que este es el momento que esperamos los ciudadanos para ver un nuevo amanecer”, manifestó.
Más tarde, en entrevista y a manera de despedida de la fuente que lo cubrió, el morenista asentó que la política forma parte de su ser y también de su esencia, por lo que desde su trinchera seguirá ayudando a Andrés Manuel López Obrador para que llegue a la Presidencia de la República.
Se congratuló que en 40 años de permanecer en el ámbito político sigue siendo fiel a sus principios.
“Cuando se presentó la disyuntiva de competir como adversario de Andrés Manuel siempre afirmé que prefería no participar antes que enfrentarme a la historia, y así ocurrió. La ambición no me tocó”, externó.
Lealtad. Hace unos meses el político zacatecano dijo a EL UNIVERSAL que estaba consciente de que nadie es indispensable y que pese a ello hasta el último momento demostraría su lealtad al movimiento que encabeza López Obrador.
Monreal reiteró que no se arrepiente de nada, lo único que lamentó después de dos años dos meses que llegó a la Cuauhtémoc, es la desatención hacia su familia y el descuido a su esposa e hijos, el cual no recuperará.
“Han sido emociones, decepciones, traiciones y alegrías, pero nadie puede cambiar el destino de las personas, actuando éstas como arquitectas de su vida”, dijo.
El zacatecano agradeció la comprensión y paciencia de los vecinos. A ellos les garantizó que las obras comprometidas estarán en tiempo y forma, que todos cuentan con presupuesto etiquetado y que no dejará ninguna deuda.
“Estamos en ceros, cubrimos todas nuestras obligaciones fiscales, laborales y financieras, aunque siempre quedan asignaturas pendientes pero el trabajo institucional continuará y dará seguimiento a las mismas”, afirmó.