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Las casas reconstruidas después del 19-S en el pueblo de Santa Rosa Xochiac cuentan con una singular placa metálica de carácter informativo: “Juntos reconstruimos tu vivienda, Álvaro Obregón trabaja para ti”, dice. Va firmada con un par de logotipos: el del Gobierno capitalino y el de la demarcación en turno, a cargo de la perredista María Antonieta Hidalgo.
Sin embargo, llama la atención que los damnificados beneficiados por esta reconstrucción gratuita narran diferentes escenas en las que el principal personaje no fue la delegación en turno sino el diputado local Leonel Luna: ex delegado perredista en la demarcación, presidente de la Asamblea Legislativa capitalina e integrante del trío de legisladores que durante varios meses administró la tercera parte del dinero asignado para la reconstrucción por encima de la propia comisión del rubro.
En la calle de Temascatitla número 1, María Paz Flores cuenta así la anécdota: “Leonel Luna vino, checó mi casa, dijo que estaba en alto riesgo y evaluó que requería demolición total. Me citó en el comité que instalaron en la plaza y recibí una despensa. Mandó unos polines para apuntalar, fueron 80, y los colocaron justo antes del sismo del día 23. Por eso digo que él fue como un ángel caído [del cielo]”.
Alma Rosa Segura vive a 50 metros y su casa tuvo también daños considerables. “La planta baja era de adobe y la de arriba era de cemento, tenía tres años de antigüedad; esa fue la que se cayó. El señor Leonel [Luna] vino, yo no fui a pedir. Vino a darme la ayuda hasta mi domicilio con el ingeniero José Luis Zamora y la delegación puso la reconstrucción”, relata.
En la casa de Guadalupe Morelos la historia es similar. “La reconstrucción fue gratis por parte de la delegación, Leonel Luna porque vino a apoyar a Santa Rosa Xochiac. Ellos lo hicieron todo”, señala. En este pueblo (conocido como la zona cero del 19-S en Álvaro Obregón) se ha reconstruido a la fecha un promedio de 30 casas, cada una de una sola planta con 35 a 38 metros cuadrados de construcción. Todas con tabique rojo o gris y puertas de madera. Sus fachadas se distinguen por los enormes moños con que fueron entregadas a sus propietarios entre mayo y julio.
Casa nueva… pero con goteras
Alma Rosa Segura es franca, más no malagradecida. Por eso enumera —sin malestar ni enojo— las fallas con que recibió su nueva casa. “Todas tienen filtraciones de agua, ninguna quedó bien. Pero yo no puedo pedir más de lo que ya me han dado porque no puedo hacer una casa en ocho meses; así que la recibí así. En mi recámara había como 20 goteras y luego todo alrededor los muros se mojan; tuvimos que poner impermeabilizante porque esto me daba insomnio”, explica.
Aunque la construcción fue hecha sobre cimientos antisísmicos, su tamaño es menor al original (45 metros cuadrados multiplicados con tres pisos). Y si bien ya fueron arreglados los desperfectos en la toma de agua, queda pendiente tapar algunas grietas en las paredes que albergan la estancia, comedor, cocina, baño y dos recámaras.
En los próximos días Alma Rosa recibirá, por parte de la delegación, los planos de construcción de su casa y un documento informativo sobre quiénes fueron los encargados de su reconstrucción, ya que a la fecha ella desconoce el nombre de la constructora responsable. “Las casas están mal estructuradas; lo barato sale caro porque regatearon mucho el material. Pero como le dije, me lo hicieron de gratis y no puedo pedir más de lo que me regalaron”, afirma con su hijo en brazos, mientras lava por vez primera en su nueva casa que carece de barda perimetral y zaguán.
Avances, pero con detalles
Aunque esta casa es mucho mejor que la anterior (de techo de lámina), salta a la vista el exceso de humedad en la parte que colinda con la barranca porque la pared carece de marquesina y aplanados en su parte externa; de no ser arreglado, la lluvia no tardará en dañar la herrería de las ventanas.
“Les dije [a los responsables] arréglenme eso por favor, pero ellos dijeron que no podían hacer más porque ya no tenían presupuesto, porque ya iban de salida y porque no ganó el partido que aquí gobierna”, relata. “También dijeron que iban a hacer un muro de contención para la barranca, pero tampoco lo hicieron”.
Guadalupe Morelos es también adulto mayor y tiene el mismo problema. Su casa se localiza en Acueducto de Guadalupe número 11C y su queja no es el tamaño pequeño de su reconstrucción, sino que la humedad también está presente en la mayor parte de sus paredes y loza. “Dijo el ingeniero que va a tratar de arreglarlo porque no le gustó cómo quedó. Aquí empezaron a construir en noviembre y acabaron en julio, pero mire aún no podemos cambiarnos aún porque con la humedad es fácil enfermarnos”, lamenta.
En Santa Rosa Xochiac los apoyos de 3 mil pesos para renta fueron otorgados durante tres meses, por eso la mayoría de los afectados se mudaron con familiares para evitar pagar.
Y aunque todos coinciden en que las principales ayudas que recibieron fueron del diputado Luna (pues en esta delegación no se permitió la entrada del programa Fonden), los entrevistados aseguran que en ningún momento esta ayuda fue condicionada por votos en las recientes elecciones.
No obstante, cuando se hizo oficial el triunfo de Morena, los avances en la reconstrucción quedaron en suspenso. Por eso María Paz Flores no sabe si también le reconstruirán el segundo piso de la casa que perdió. Quizás por eso ya no ve pasar a los ingenieros; calculan que faltan 60 casas por remodelar.
Una de estas viviendas es la Alicia Soto que si bien fue demolida, no tiene a la fecha señales par su reconstrucción. De pie sobre el terreno baldío, mientras lleva a su esposo en silla de ruedas, resume así su situación: “Nada de nada, puros proyectos, ¿qué cómo me voy a levantar de esta? Pues a gatas, ¿de qué otra forma?”.