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Sin arreglos florales, joyas, chocolates, ni grandes comidas, cientos de mujeres celebraron en el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla el Día de las Madres, algunas recibieron la visita de sus familiares, pero la mayoría sólo tuvo la compañía de otras reclusas, debido a que han sido abandonadas por sus familias.

Dulce tiene 26 años de edad, seis de ellos viviendo en este penal, fue sentenciada por el delito de secuestro, y junto a su hijo, de cinco años, sufre el abandono de su familia, en ocasiones los visita su suegro, pero nadie más, así que la celebración del 10 de Mayo la hace sólo por su pequeño.

“Lo celebramos con lo que nos traen las autoridades, pero en realidad es un día normal; casi no vienen mis familiares, ha pasado mucho tiempo que no los veo, se cansan, se aburren, porque es muy desgastante, el entrar aquí y el lidiar con el personal de seguridad, además tienen que trabajar. Su vida continúa afuera”, comenta.

Nohemí, de 30 años, está en prisión desde hace 12 años por el delito de robo de automóvil, que cometió un año después de haber dado a luz a su hijo, por lo que nunca ha podido celebrar el Día de las Madres afuera de los muros grises de Santa Martha Acatitla, ahora sólo le queda el recuerdo sobre cómo le festejaba a su madre cuando era libre.

“Siento mucha tristeza de no tener a mi hijo aquí, pero a la vez me da alegría de que está con mi mamá, ellos son una parte fundamental en mi vida, saber que tienen salud, bienestar, trabajo, para mí es satisfactorio y el día que yo pueda salir a la calle sé que podré estar con ellos”, asegura la joven.

Ayer con motivo del Día de las Madres, el cardenal Carlos Aguiar Retes acudió a este centro penitenciario y realizó una misa donde decenas de internas escucharon la homilía, entre ellas la señora Benita, quien visitó a su nieto y a su hija Agustina, quien lleva 11 años en prisión por el delito de secuestro.

“Me da gusto venir a verla por mi nieto que está aquí, veo que ella ya cambió mucho, son emociones encontradas porque veo que está bien pero es difícil dejarla aquí, es duro. No sólo yo la visito, también su esposo y sus hijos”, dijo Benita, quien asegura que deja a un lado la celebración del Día de las Madres que le podrían hacer sus otros hijos y prefiere visitar a Agustina.

A pesar de estar inculpada por diversas agresiones sexuales a niños y niñas del jardín de niños Andrés Oscoy Rodríguez, en la colonia Santa Cruz Meyehualco, los familiares de Martha Leticia, quienes la visitan cada semana, decidieron pasar este día con ella, pues aseguran que no cometió ese delito del cual se le imputa desde 2011.

Durante la primera visita del cardenal a un centro de reclusión, Martha y su madre, una mujer de más 80 años quien además tiene un problema en su pierna, escucharon la misa y lloraron cuando el cardenal exhortó a las mujeres seguir trabajando en su crecimiento espiritual.

“Es gratificante tenerla con vida, el estar aquí me ha quitado mucho, pero tener a mi madre de mi lado me da la fuerza para seguir adelante”, comentó Martha.

La mujer era asistente de servicio y mantenimiento en el centro educativo, actualmente cumple una sentencia de 36 años con 9 meses de prisión por violación equiparada y pederastia en agravio de dos niños y además se le destituyó e inhabilitó por 22 años del servicio público, pero asegura que buscará una apelación, pues se trata de un delito que no cometió.

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