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El nuevo Congreso de la Ciudad de México debe privilegiar el diálogo y destrabar pendientes como el Sistema Anticorrupción.
La jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum Pardo, dijo que espera una “excelente relación” con los nuevos legis-ladores, así como con los diputados de oposición, con quienes dijo, “se privilegiará el diálogo”.
“Hay que cumplir la Constitución, hay que ver los tiempos porque se exige muy pronto, y ya lo vamos a ir trabajando con el Congreso. Todavía es muy pronto para hablar de cambios, vamos a trabajar en coordinación con los diputados para que la Ciudad tenga leyes secundarias acorde para el beneficio de la gente. Con la oposición va a ir bien, vamos a trabajar bien, vamos a buscar el consenso”, externó.
Por su parte, el presidente del PRD nacional, Manuel Granados, resaltó la defensa del proyecto de Constitución ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y comentó que espera que haya cordialidad entre las bancadas.
“Tuvimos una participación clara y puntual actuación, la Corte ha avalado este proyecto que mandó el entonces jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.
“Me tocó llevar la defensa del proyecto, y estamos muy orgullosos de que se haya avalado. Como a cualquier congreso, deseamos que le vaya bien, que impere el diálogo, la cordialidad política por el bien de la Ciudad de México”.
“El reto es aplicar la Constitución”. Martí Batres, presidente del Senado de la República, comentó que la constitución es un crisol de diversas concepciones, especialmente de los derechos humanos.
“Yo creo que los partidos de oposición tienen derecho a ser partidos de oposición, es bueno para la democracia, y ahora han cambiado los roles.
“Por fortuna hay una mayoría de Morena, y habrá un nuevo gobierno para retomar las causas de la ciudadanía, muchos temas están pendientes, temas relacionados con la seguridad, con las libertades de la gente”. En su opinión, el reto es aplicar la Constitución capitalina y aprobar leyes a favor de la seguridad.
Alejandro Encinas, ex presidente de la Asamblea Constituyente, dijo que con la entrada en vigor de la Carta Magnca local se acaba el último vestigio de lo que era el Departamento del Distrito Federal, como las jefaturas delegacionales, las cuales, dijo, eran un poder caciquil y unipersonal.
Afirmó que la Constitución capitalina es un documento exigible y justiciable que permite mayor participación ciudadana como los instrumentos de revocación del mandato, plebiscito y referéndum.
“Fue una Constitución cuestionada, pero fue producto del consenso de todas las fuerzas políticas. Al contrario, si bien tuvo vicios de origen en la forma de integración de la Asamblea Constituyente, fue el ejercicio político más importante en décadas de construcción de acuerdos.
“Hubo impugnaciones de parte del Ejecutivo, absurdas, porque el Ejecutivo federal fue parte de la Constituyente, no hon-ró su palabra, debemos estar contentos porque los 66 artículos impugnados solo hubo 14 modificaciones. Nos dio la razón la Corte, y eso significa que hubo dolo y mala fe por el Presidente”, dijo.