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A sus 28 años de edad, Melisa Ornelas es una víctima más del Covid-19, no porque haya sido contagiada, sino porque en cuatro meses perdió el trabajo, su departamento y a su hermana, con quien vivía, la cual también fue despedida y optó por irse a Cancún a buscar oportunidades. Así, la pandemia acabó con sus sueños de independizarse.
Hoy, Mel, como gusta le llamen, vive con un roomie, quien la apoya con la renta y demás gastos, mientras encuentra trabajo.
Con dejo de tristeza, acepta que la situación la obligó a vender todos los muebles que compró con su hermana y sólo cargó con su computadora y ropa. Es lo que le dejó la crisis económica que ahora viven miles de capitalinos por la pandemia.
Es un negocio de congeladas que, por ahora tiene éxito entre su familia y amigos, pero espera pronto lanzarla al público en general, dado que, dice, será complicado encontrar trabajo como administradora de empresas.
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Mel no es la única que literalmente perdió todo lo material, pues lo mismo ha pasado con los pequeños talleres, carnicerías, papelerías, entre otros negocios, pues los apoyos económicos gubernamentales son insuficientes.
Antonio Zacruz, intérprete y gestor de la compañía, lamenta que por la pandemia “se nos cayeron todos los contratos. Desde 1993 existe el grupo, pero ahora está en riesgo de desaparecer, pues ignoramos para cuándo volveremos a ser contratados. No hay dinero para salarios y renta”, señala el joven que sobrevive ofreciendo clases por internet.
De acuerdo con un estudio de Habitat International Coalition, red mundial que agrupa a 410 organizaciones de vivienda, en cuanto a las rentas, aproximadamente dos de cada cinco renovaciones de contratos se han cancelado, derivado de la falta de trabajo e ingresos.
En este aspecto, la Secretaría del Trabajo registró la pérdida aproximada de 350 mil empleos en la Ciudad de México desde la mitad de marzo al último día de julio, y a medida que evolucione la pandemia prevé más despidos.
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Además, refiere que en la capital una de cada cuatro de las 2.5 millones de viviendas son rentadas; es decir, aproximadamente 700 mil, lo equivalente a casi dos veces la población de Cuernavaca.
Los daños ocasionados por la semiparalización de la economía en la Ciudad han provocado el impago de alquileres en más de 30% de los inmuebles, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Un 63% de las personas que enfrentan dificultades para costear ese gasto están en Benito Juárez, con 18.12%; seguida de Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Coyoacán y Álvaro Obregón, con 16.41%, 15.69%, 9.23% y 7.79%, respectivamente, como lo revela el Reporte del Mercado Inmobiliario 2020, hecho por Lamudi.
El estudio establece que la generación Millenial (de 25 a 34 años) es la que más renta, con 42.8%; la X (de 35 a 44), 19.1%; los Zentennials (de 18 a 24), 17%; los Baby Boomers (de 45 a 54), 12.8%; la generación “tradicionalista” (55 a 64), 6%, y la “silenciosa” (mayores der 65 años), 2.3%.