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Las pintas realizadas en la columna del Ángel de la Independencia —monumento catalogado como artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)—, podrán ser removidas a través de diferentes técnicas.
Norma García, restauradora por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete (ENCRyM), lamenta lo sucedido en el inmueble; sin embargo, señala que existen métodos para retirar la pintura sin dañar la estructura.
“Las pintas me parecen un asunto muy triste, pero es algo que puede remediarse. Una posible técnica es el cold jest blast [inyección de hielo seco], que es una tecnología nueva. Otra posible técnica es la aplicación de gel de forma manual. El gel se prepara después de determinar el tipo de pintura que se haya utilizado”, explica García.
La especialista explica que la inyección de hielo seco es una técnica que “no maltrata” la superficie pétrea. No obstante, enfatiza en que antes de determinar la técnica para intervenir el inmueble, las autoridades deberán hacer un análisis para determinar el tipo de materiales utilizados en las pintas.
“Mucha gente piensa que como es pintura lo más fácil es aplicar Thinner [diluyente], pero la piedra es como una esponja, si se hacen trabajos sin conciencia se provocará que la pintura se diluya y penetre más, cuando lo que se busca es lo contrario. Es decir, el problema debe ser atendido por personal especializado”, comenta.
Con respecto al tiempo y el presupuesto que necesitará la intervención del monumento, la especialista indica que se necesita hacer un análisis puntual para determinar ambos factores.
“Sería irresponsable decir el tiempo o el presupuesto. Antes de determinarlos es necesario un levantamiento del deterioro, que deberá incluir los metros cuadrados que hayan sido afectados”, sostiene.
Agrega que el inmueble está conformado por diferentes tipos de cantera, por lo que en los estudios también se deberá determinar qué características tienen las rocas de la columna.
“La columna del Ángel también ha pasado por intervenciones que no han sido muy afortunadas. Ojalá que las autoridades conformen un grupo de sabios, porque la restauración requiere de restauradores, geólogos, biólogos, químicos y arquitectos.
“También espero que se destine un recurso muy importante porque no ha sido intervenida desde 2012 y tiene daños por el sismo de 2017. Es muy penoso lo que sucedió, pero uno [no] puede dejar de soslayar el descontento social, vale más una vida”, puntualiza la especialista.