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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Una banda dirigida por colombianos, agrupación de la que dos de los líderes principales fueron liberados este año después de permanecer seis meses en prisión, es a la que la procuraduría capitalina investiga como la responsable de los robos a casa-habitación en las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuajimalpa, Tlalpan y Coyoacán.
De los 400 robos que en promedio se registran al mes en la Ciudad, a esta célula criminal la autoridad imputa en promedio 10 atracos mensuales. Según datos de inteligencia recabados desde 2015, estos colombianos han reclutado a mexicanos y venezolanos en sus filas, todos expertos en burlar chapas y sistemas de seguridad.
El objetivo de esta banda son las casas de artistas, empresarios y de adultos de la tercera edad que regularmente no están o tienen la posibilidad de salir los fines de semana. Una vez seleccionada la vivienda, ingresan y en un tiempo máximo de cinco minutos se llevan artículos específicos, joyas, documentos que después falsifican y aparatos electrónicos, todo cabe en mochilas, lo que les facilita huir.
El modus operandi de esta banda delictiva ya está identificado por las autoridades. Se sabe que utilizan vehículos de reciente modelo y para seleccionar a sus víctimas hacen rondines por colonias de clase media alta. En sus filas cuentan con por lo menos cuatro mujeres y éstas se hacen pasar por pareja de los delincuentes al momento de montar la vigilancia en los fraccionamientos previamente seleccionados.
Se tiene identificada también la ruta de todo lo robado. Las joyas son encargadas y vendidas en entidades vecinas como Puebla y Querétaro, otras incluso son comercializadas en establecimientos del primer cuadro de la Ciudad, donde son fundidas y modificadas para que su identificación sea complicada para el propietario; mientras que los relojes se ofrecen en páginas de internet a muy bajo costo. Los aparatos electrónicos como teléfonos celulares y tabletas se distribuyen en locales establecidos en Eje Central.
Así, los delincuentes obtienen ganancias que van de los 100 a 200 mil pesos por cada robo, lo que convierte a este ilícito en un negocio muy lucrativo para los colombianos, de quienes se sabe viven en casas de seguridad de las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez.
Gracias a los operativos implementados por la procuraduría capitalina y la Secretaría de Seguridad Pública se ha logrado este año la captura de 10 imputados —cuatro son de nacionalidad colombiana—, con lo cual, a decir de las autoridades locales, se han desmantelado tres bandas delictivas dedicadas solamente al robo de casa-habitación en la Ciudad de México.
Sin embargo, la actividad delincuencial de los cómplices de estas organizaciones continúan operando, pues dejan en stock casas o departamentos por robar, de estos lugares están al acecho y esperan el momento justo para atracar, lo que eleva la cifra y estadísticas en este delito en promedio a 400 por mes, siendo febrero, julio y diciembre los que más actividad registran.
Del total de detenidos, tres aún purgan sentencias que van de los tres a seis años en prisión. Según las autoridades, el trabajo de inteligencia permite monitorearlos con la finalidad de que dentro del penal no reciban las ganancias de todo lo robado e incluso detectar si desde dentro de los reclusorios del Sistema Penitenciario capitalino se da “luz verde” para los robos.
