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Después de analizar por varios años el participar en la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, Alma Darinka Pineda Villa decidió postularse por primera vez para el papel de la Virgen María, no confiaba en lograrlo pero tenía la ilusión de que la eligieran.
Es estudiante de la carrera de Turismo en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), misma casa de estudios que su compañero José Antonio Reyes Reyes en la representación , quien interpreta a Jesucristo, y aseguró que su participación en esta tradición que lleva 176 años no afectó en sus estudios, pues logró equilibrar los ensayos con sus clases.
“Lo pensé varios años, porque es una gran responsabilidad que requiere mucha entrega, pero en noviembre pasado me decidí a ir y postularme. Gracias a Dios, se me dio la oportunidad”, comentó.
Su abuelo participaba en el grupo de clarines y como romano, uno de sus tíos fue apóstol; sin embargo, es la primera en la familia en interpretar un personaje principal.
“Para mi familia fue mucha la emoción, fue bastante alegría, para ellos fue una bendición y hubo muchos sentimientos encontrados, todos somos muy unidos y cuando anunciaron que yo sería María, por lo que me contaron, es que mi mamá se emocionó y lloró, mis primas y todos mis tíos me mandaban las mejores vibras, fue muy emocionante”, contó.
“A mis amigos les dije que quería participar ahí, entonces cuando les explique que era en la representación de Iztapalapa me felicitaron; creo que es una tradición de la cual debemos estar orgullosos y retomar para todas las generaciones”, recordó.
Su proceso para representar a la madre de Jesucristo requirió una hora de entrenamiento diario en el gimnasio, además de constantes caminatas al Cerro de la Estrella.
“Comenzamos a ensayar desde el tercer domingo de enero, nos aprendimos los diálogos, corregimos, los sábados estábamos de cinco de la tarde a las nueve de la noche, en domingo asistíamos a misa, hacíamos colectas y por la tarde el ensayo general que terminaba 11 de la noche”, detalló.
Explicó que esta experiencia la tiene muy contenta, además del apoyo espiritual que le han brindado en el comité. Se siente preparada y poco a poco los nervios los ha controlado.
“Cuando me toca salir me encomiendo a Dios, hago lo que me corresponde y trato de llegar a los corazones de la gente con el sentimiento de la Virgen María durante los momentos trágicos que pasó”, concluyó la joven originaria de Iztapalapa.