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Al menos 16 “bandas familiares” o grupos delictivos dedicados a la venta de drogas al menudeo, secuestro, extorsión y robo en todas sus modalidades operan en la Ciudad de México, según un reporte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) y la Policía de Investigación de la procuraduría capitalina.
Estas agrupaciones están perfectamente distribuidas en las 16 alcaldías y, en algunos casos, disputan los territorios, incluso han formado alianzas para competir por las zonas de bandas dominantes, como Unión Tepito, Anti-Unión y el Cártel de Tláhuac.
El análisis revela que la Unión Tepito tiene mayor influencia en las zonas norte, centro, poniente y sur de la Ciudad, mientras que su antagonista, la Anti-Unión, también está en los mismos sectores, lo que se revela en la disputa que se sostiene calle por calle para la venta de drogas al menudeo, así como en el incremento en los homicidios dolosos en esos puntos.
Mientras que en las delegaciones del sur y el oriente de la capital, las agrupaciones delictivas preponderantes son el Cártel de Tláhuac y Los Rodolfos, al tiempo que algunos otros grupos comenzaron a tomar fuerza durante el último año, tales como Los Molina, acusados de los asesinatos múltiples en la zona conocida como Los Culhuacanes; además, este grupo sostiene una batalla con Los Rodolfos, quienes están asentados en las inmediaciones de Xochimilco.
En este sentido, las autoridades han establecido que los cárteles capitalinos —Unión Tepito, Anti-Unión y el de Tláhuac— han implementado un nuevo sistema para subsistir. Instalan una suerte de “franquicias”, las cuales son operadas por lugartenientes que les entregan un porcentaje de las ganancias a las familias fundadoras de la organización, sólo por usar el nombre del grupo delictivo.
Así, por ejemplo, en la zona Centro se estableció que a la Unión le trabajan personajes identificados como El Lunares, La Hormiga, El Huguito, El Manzanas, El Jamón y El Pistache —estos dos últimos detenidos—, intimidan y extorsionan a nombre de la Unión Tepito.
En la zona sur y poniente, para el Cártel de Tláhuac trabajan Los Robles, TLH-Cindy, El Sindicato Libertad, Los Tanzanianos, El Tuercas y El Espárrago.
Esta modalidad, según estudios en poder de EL UNIVERSAL, les permite a los líderes de esos grupos preponderantes mantener el flujo de efectivo producto de los ilícitos que cometen, dinero con el que pagan abogados, personal para su seguridad dentro de las cárceles locales e, incluso, para seguir manteniendo en la nómina a policías tanto de la SSC-CDMX como de la procuraduría local.
El informe manifiesta la preocupación de las autoridades locales por la incursión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), puesto que de esta agrupación han encontrado células muy fuertes en las alcaldías de Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Iztapalapa y Tlalpan.