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A pesar de que el Tren Interurbano México-Toluca es considerada una de las obras más desaseadas en la Ciudad, el vicecoordinador de la bancada de Morena en el próximo Congreso local, Eduardo Santillán, descartó que se pueda echar abajo.

En entrevista con EL UNIVERSAL explicó que el nivel de obra hace inviable cancelar este proyecto, aunque advirtió que serán revisados con lupa los permisos y contratos adquiridos, para comprobar posibles irregularidades en esta proyecto.

“Se tienen que revisar todas las afectaciones, porque desde el Congreso no permitiremos que no se resarzan los daños generados en materia de expropiaciones, seguridad y la afectación urbana, que es muy grande”, recalcó el morenista.

Dijo que cada vez salen a flote más irregularidades y excesos de la obra; detalló que desde Cuajimalpa hasta Observatorio hay toda una complicación para los vecinos, por lo que se debe emprender una revisión total sobre las afectaciones ambientales y que incluye manantiales en Acopilco y las talas ilegales.

Lo anterior, luego de que se ha evidenciado posibles actos administrativos parciales y omisiones de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad (Sedema) y que han provocado daños al Suelo de Conservación y Áreas de Valor Ambiental.

Según la Fundación Kosmo Publicus, que representa a vecinos de los Pueblos Indígenas de El Contadero, Acopilco y San Mateo Tlaltenango, en la delegación advierten posibles actos de corrupción en esta obra.

Dio a conocer que el director de Gestión Forestal y de Suelos de la Semarnat, Augusto Mirafuentes, solicitó en cuatro ocasiones la opinión de la Sedema como del Consejo Forestal de la capital del país.

Tanya Müller, titular de la Sedema, quien a su vez lidera el consejo, omitió presentar dos de las cuatro opiniones requeridas por la Semarnat. En las otras dos, pidió que fueran evaluadas por la Dirección General de Regulación Ambiental de la Sedema, situación que no ocurrió.

En el oficio SEDEMA/TMG/96/ 2017, de fecha 28 de febrero de 2017, Müller hizo su primera y única opinión a la Dirección de Gestión Forestal y de Suelos de la Semarnat, sobre las diversas acciones que la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) pretendía realizar para ajustar el trazo del viaducto elevado del tren.

Según la Fundación, la titular de Sedema se abstuvo de dar el visto bueno de afectar el suelo de conservación para realizar parte del viaducto férreo: “Además, omitió exigir a la SCT como a la Secretaría de Obras capitalina la evaluación de la totalidad de los trabajos del viaducto de férreo en territorio de la Ciudad”.

De acuerdo con el expediente DEIA-ME-1464/2016, de la Sedema, se omitió la evaluación de la construcción del bitúnel como de la totalidad de las obras, ya que se abstuvo de autorizar los más de 6.5 kilómetros del viaducto férreo en Suelo de Conservación, gran parte éstas fuera del derecho de vía de la autopista México-Toluca, como a su vez dentro de la Barranca de Pachuquilla mientras que se autorizó las obras de la vía férrea dentro de las Barranca de Tacubaya.

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