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“Me sacó la pistola y me pidió el celular. No la cartera, dinero u otras pertenencias, sólo el celular”. A las 5:00 de la mañana de un día del mes de abril del año pasado en la avenida Álvaro Obregón casi esquina Frontera de la colonia Roma, un hombre armado apareció enfrente de Aldo, un joven de 28 años que apenas iba a trabajar.

Después del asalto violento, Aldo esperó unos minutos para buscar a un policía, quien lo ayudó a hacer un rondín de vigilancia, sin embargo, no dieron con el hombre moreno y de baja estatura que minutos antes lo había encañonado. Este joven no hizo una denuncia, simplemente “por lo de siempre, desconfianza en las autoridades”.

Padece Cuauhtémoc asaltos a transeúnte
Padece Cuauhtémoc asaltos a transeúnte

El asalto violento como el que sufrió Aldo, va a la par con el robo sin violencia en las calles de la delegación Cuauhtémoc. A Marco Antonio Aguilar de 29 años, dos tipos le sacaron el celular mientras esperaba en el andén del Metrobús Línea 1 el 22 de diciembre.

Cuando llegó el autobús, Marco esperó a que la gente bajara, pero dos tipos desconocidos a su alrededor lo empujaron hacia adentro, mientras que a su acompañante lo quisieron apartar de la entrada.

“No vi nada hasta que entré y me di la vuelta, ya no había nadie de los que supuestamente iban a entrar, pero me quejé de que me habían empujado y un hombre me dijo ‘es que eso lo hacen para robar’. Toqué mi bolso y ya no traía mi celular”, recuerda.

Este joven y su acompañante regresaron a la estación Buenavista para denunciar el robo con los policías de la estación, pero “nos dijeron que no habían visto nada”.

A menos de 15 minutos de este punto de la Ciudad está la colonia Santa María la Ribera, donde una pareja a bordo de su auto fue asaltada en agosto de 2017 por un reincidente en las calles de Cedro y Flores Magón.

“Estábamos en el alto y salió un tipo muy extraño de una vecindad con la mano en el pantalón... cuando volteo, el desgraciado ya le había puesto la pistola en la cabeza a mi esposo; nos quitó celulares y cartera, después como si nada, se metió a la vecindad de donde salió, inmediatamente tocamos el botón de pánico y llegaron las patrullas, pero los policías nos dijeron que no podían entrar ya que como no nos pasó nada y si ellos entraban sin una orden a buscarlo, pues se meterían en problemas”, cuenta Zuleika Chávez.

De acuerdo a las cifras de la procuraduría capitalina, se levantaron 575 denuncias por robo a casa habitación, 2 mil 460 por robo a negocio, y “otros”, 8 mil 028; por los delitos de lesiones, mil 470 y homicidio 187.

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