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david.fuentes@eluniversal.com.mx
En la Ciudad operan varias bandas de taxistas organizados que “gotean” a sus clientes para después robarlos y dejarlos abandonados en jardineras, parques y en calles de colonias como la Condesa, La Roma, Polanco, Anzures y Nápoles; así lo reveló una investigación de la procuraduría capitalina, luego de que detuvieran a dos personas imputadas por el homicidio del abogado Pablo González Kúsulas, egresado de la Universidad de Berkeley, California, EU.
Luego de la tragedia, las autoridades de investigación se percataron que el caso del abogado no era el único y que, incluso, el taxista y su cómplice detenido no operaban solos, de momento se han documentado por lo menos otros cinco casos con el mismo modus operandi que, posiblemente, fueron cometidos por otros prestadores de servicio que operan igual, lo más preocupante es que no tienen relación entre ellos.
Sin embargo, se estima que la llamada “cifra negra” por este mismo delito, es el doble, pero las víctimas ya sea por vergüenza o por temor al escarnio público no denuncian lo sucedido y prefieren guardar silencio; los investigadores estiman que sólo se acercan a la autoridad cuando su teléfono celular está asegurado o cuando los cargos a sus tarjetas bancarias exceden los 10 mil pesos.
Por este hecho, una comunidad de abogados levantaron la voz para evitar que más atracos y homicidios similares —donde taxistas esperan a los clientes a altas horas de la noche cuando salen de algún bar y les ofrecen agua embotellada, misma que previamente es adulterada con solución oftálmica (ciclopentolato)— se sigan registrado, pues se dieron cuenta que el homicidio de Pablo González Kúsulas, no es un “caso aislado”.
En los despachos de los litigantes, varios de sus clientes han denunciado que fueron víctimas del mismo modus operandi desde noviembre pasado a la fecha, la procuraduría capitalina ha documentado cinco casos; sin embargo, los abogados explican que hay más, pero no son denunciados ya sea por pena o, incluso, porque las víctimas nunca se dan cuenta de lo que les sucedió o que fueron víctimas de algún delito.
Estos cómplices pueden ser desde meseros, valet parking e incluso, vendedores que, sin control alguno, entran a las cantinas y antros ofreciendo flores, cigarros o artículos sin ninguna relevancia para quienes departen en un bar como carritos de juguete o pelotas luminosas; “luego del evento de Pablo, nos empezaron a pedir un sinfín se asesorías, gente del medio del espectáculo, familias de prestigio y otros amigos”.
“Nos decían que a ellos les había pasado un caso similar, que abordaron un taxi y que no recuerdan nada y lo único que le habían robado es el celular y que les daban tarjetazo y ahí viene el problema. Las víctimas no denuncian porque luego dicen: ‘qué buena borrachera me puse que no me acuerdo de nada’, cuando en realidad fueron víctimas de esta banda”, comentó uno de los abogados que se están organizado para exigir a las autoridades más seguridad para los jóvenes capitalinos.
Con base en las carpetas de investigación que se han abierto por este modus operandi, los agentes de la procuraduría capitalina han determinado que los “taxistas goteros” operan en los sectores de Santa Fe, Polanco, el corredor Roma-Condesa, la Zona Rosa y, recientemente, se han registrado casos similares en las alcaldías del sur de la ciudad como Coyoacán, Tlalpan y Xochimilco.
De momento, las investigaciones descartan que se trate de una sola banda, aparentemente son taxistas que aprendieron o conocieron este modus operandi “de oídas” y de ahí, este método para drogar y luego robar a sus propios clientes, se ha ido multiplicando dejando en los últimos ocho meses varias muertes, pues cuando se excede la dosis del ciclopentolato en solución de gotas oftálmicas.
Ciclopentolato, la muerte en gotas. El medicamento que utilizan los “taxistas goteros” para drogar y adormecer a sus víctimas contienen ciclopentolato, una sustancia activa que mezclada con alcohol puede causar la muerte si se excede de la dosis, las gotas son un compuesto oftálmico que se utiliza para dilatar la pupila o causar parálisis en los ojos cuando hay una operación en ellos.
Sin embargo, según los médicos especialistas, ingiriendo hasta cinco gotas en una botella de agua, puede provocar somnolencia a una persona adulta, la misma sustancia, mezclada con alcohol o, incluso, si un adulto en estado etílico ingiere las mismas cinco gotas, le puede ocasionar la muerte. pues cada cuerpo reacciona de manera diferente al ciclopentolato.
A decir de Arturo López, médico general con un consultorio en las inmediaciones de la colonia Niños Héroes de la alcaldía Benito Juárez, los más afortunados, que son drogados en estado etílico con el ciclopentolato, pierden el conocimiento hasta por 10 horas, al recobrar el conocimiento no recuerdan nada y durante ese tiempo son robados.
“El efecto de esa sustancia es fuerte, hay que recordar que cada cuerpo reacciona de manera diferentes y es importante destacar que el ciclopentolato afecta el sistema nervioso; entonces, si una persona esta muy cansada, estresada o con un segundo o tercer grado de intoxicación alcohólica, la combinación puede ser mortal, posiblemente eso sucedió en el homicidio del abogado.
“Por ejemplo, esas mismas cinco gotas en un deportista o con una mejor condición física, posiblemente no sean tan efectivas y ocupe más, como en el caso de los luchadores hace varios años”, recordó el también médico legista.
El efecto, según los médicos consultados, es más fuerte cuando se ingieren destilados como el whisky, vodka, tequila o mezcal.