El mensaje en el Metro fue ponerse el cubrebocas obligatorio durante la estancia de los usuarios en las instalaciones; ayer, la mayoría de quienes viajaron en las líneas 2, 3, 9 y 12 optaron por usarlo, aunque otros se resistieron.

A pesar del llamado de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para que en el interior del Metro los usuarios se apegaran a esta medida, a aquellas personas que no lo hacían no se les impedía el acceso.

EL UNIVERSAL realizó un recorrido por cuatro de las 12 líneas donde se constató que, con respecto a la semana pasada, el uso de cubrebocas aumentó, pero no llegó al 100% entre los pasajeros.

Adriana Flores, usuaria de la Línea 3, dijo que procura mantener la sana distancia cuando utiliza este medio de transporte y que la entrega de cubrebocas era una gran medida, pues “evidentemente, me queda claro que lo voy a usar [cubrebocas] en el transporte público [aunque] no salgo más que para lo indispensable”, externó.

Hubo otros como Nayeli, en la Línea 9, que si bien dijo que es una buena medida, deberían dárselo a los verdaderamente enfermos e incluso mostró incredulidad sobre el manejo de la situación que ha hecho el Gobierno del virus.

Trabajadores del Metro o elementos de la Policía Auxiliar llaman a la gente a usarlo; sin embargo, uno que otro hicieron oídos sordos y poco se interesaron, aunque se los regalaron en los torniquetes.

EL UNIVERSAL dio a conocer —el 12 de abril— que los capitalinos que ingresaban al Metro cumplían a medias con las recomendaciones para usar el cubrebocas; una semana después, la situación cambió para una gran cantidad de usuarios.

Al interior de un vagón de la Línea 3, de 10 pasajeros, un par no utilizaban alguna medida de salubridad; sin embargo, la cantidad de usuarios variaban por la baja afluencia en las estaciones de Universidad a Indios Verdes.

Durante un recorrido realizado en el Metro durante segunda semana consecutiva, se observó a usuarios que no acataron las medidas sanitarias, no usan cubrebocas, escupen en las escaleras y no estornudan en la parte interna del brazo.

En las estaciones Tasqueña y General Anaya, de la Línea 2, la mayoría sí portó cubrebocas, pocos fueron los que se negaron a seguir las indicaciones.

Al igual que en el resto de las líneas, la afluencia de usuarios bajó y los elementos policiales usan caretas de acetato y guantes de látex.

En los torniquetes cada vez que los agentes veían a un pasajero sin cubrebocas le ofrecían uno de forma gratuita: “Se les invita a los que no traen [cubrebocas] que lo usen y que no se lo quiten dentro del Metro, a la gente que no quiere no se les puede obligar, hay quienes sí los toman y otros que no, pero en general, hay buena respuesta de la gente”, dijo un uniformado.

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