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Un perro de la raza pitbull fue asegurado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) luego de que presuntamente asesinara a Dominic, un niño de un año y 11 meses con quien jugaba en la azotea de una vivienda de la colonia Iztapalapa. Las primeras versiones policiacas revelan que la mamá del menor, y dueña de Rugal, subió a tender ropa y por un instante los descuidó.
Cuando la mujer de 25 años terminó de tender la ropa, regresó por Dominic y se encontró la escena: Rugal, de seis años, lamía las heridas en la garganta, pecho y cabeza que le había provocado al niño. De inmediato, la madre solicitó ayuda médica, pero cuando llegaron los paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), en la ambulancia MX-063G3, sólo confirmaron el fallecimiento de Dominic.
El hecho ocurrió alrededor de las 14:00 horas de ayer en una vivienda ubicada sobre la calle Mixtecas, de la colonia Mixcoac. Ahí también llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) a poner bajo resguardo al can, un pitbull blanco con manchas negras que, a decir de la familia, tenía toda la vida viviendo con ellos y nunca mostró que fuera agresivo.
Rugal aún tenía la evidencia de lo que había hecho, estaba cubierto por la sangre de Dominic, quien, de acuerdo con la madre, nunca gritó ni dio muestras de que fuera atacado por el perro. Incluso, según el parte oficial, cuando llegaron a la escena del crimen, el perro no mostró indicios de ser agresivo, aparentemente, al darse cuenta de lo que había hecho, se escondió en el rincón de la casa y esperó a que se lo llevaran.
Aunque la familia aseguró a las autoridades que Rugal nunca mostró indicios de agresividad, los especialistas de la Brigada Animal de la SSC se percataron que el perro tenía signos de abandono y maltrato físico, lo que posiblemente pudo desencadenar el ataque repentino a Dominic. Ahora el perro estará bajo el resguardo de la Brigada Animal.
Se le practicarán exámenes físicos y sicológicos para que se pueda determinar cuál fue la causa real del ataque. En caso de comprobarse que Rugal es un animal agresivo, será canalizado a un antirrábico, donde lo pondrán a “dormir”, pero si los peritajes demuestren que se trató de un accidente, será la familia la que decida el futuro de Rugal.
Pueden pedir que les sea devuelto, que entre en un programa de adopción o incluso, sacrificarlo. Mientras tanto, permanecerá bajo el resguardo y vigilancia de las autoridades hasta la conclusión de los trabajos periciales.