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El mono capuchino que capturó la atención de los capitalinos esta semana volvió a aparecer a medio kilómetro de Paseo de la Reforma, último lugar donde fue visto el martes.

Un vecino de la zona residencial de avenida Mil Cumbres, en la colonia Lomas Altas, fue quien reportó a la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) que el pequeño primate estaba trepado en los árboles florales de aquella zona.

Aunque el monitoreo del animal ha sido permanente, según el coordinador de la BVA de la Secretaría de Seguridad Pública local (SSPCDMX), Carmelo Hernández Salazar, ahora los operadores de las cámaras de vigilancia del C5 se han sumado a la búsqueda del mico, pues la instrucción es que se usen todos los recursos disponibles para dar con él sin lastimarlo. “Al mono lo tenemos avistado desde el sábado en la tarde, pero por Paseo de la Reforma, desde esa fecha lo hemos monitoreado de forma permanente apoyándonos de los ciudadanos que han reportado que lo vieron”, dijo.

Este jueves dos vehículos y seis elementos de la Brigada llegaron a Mil Cumbres para vigilar la trayectoria del mono por las casas residenciales de la delegación Miguel Hidalgo aún así, “es muy complicado con la capa de los árboles ver dónde está, el espécimen es muy pequeño y se puede mover entre los árboles con facilidad”.

Operativo. Este policía explicó que en sus 14 años de carrera en la BVA jamás había conocido un caso como el del mono, que se presume era mascota de alguna persona e irresponsablemente lo dejó libre o se le escapó.

Aunque el mismo martes se le dispararon varios sedante para que se durmiera, estos intentos no resultaron; por eso el personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dejó cuatro trampas con pedazos de fruta, como naranja y mango, en distintas casas de los vecinos de Lomas Altas, para que, en cuanto el monito tenga hambre y se acerque a una de éstas, pueda ser capturado, pues lo que se busca es “no inflingirle más estrés del que está padeciendo, utilizar un método que no lo estrese, estamos colocando trampas con señuelo sin someterlo a un contacto directo”, explicó Carmelo Hernández.

El caso del mono capuchino es el primero del que se sabe en la capital, por lo que es difícil determinar por cuánto tiempo más los rescatistas seguirán buscándolo hasta atraparlo, “es el primer caso que tenemos en la Ciudad de México de esta índole. Me gustaría decir cuánto va a durar esta búsqueda, pero no. Trabajamos con expertos de nivel federal que saben cuánto tiempo [tardará el rescate del pequeño primate]”.

Carmelo Hernández dijo que hasta que se capture el ejemplar y se examine minuciosamente por un veterinario se sabrá exactamente cuál es su sexo y edad, ya que mide aproximadamente 40 centímetros de altura.

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