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La propuesta del nuevo modelo de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México contempla que los ministerios públicos, investigadores y personal de Servicios Periciales tengan nuevos roles frente a la comisión de delitos de alto impacto y deberán “armar un rompecabezas delictivo” en el lugar de los hechos.
No sólo el personal investigador de la FGJ deberá acudir —al momento— al lugar de los hechos que sean denunciados por las víctimas, con el objetivo de que “la institución se acerque a la víctima lo más rápido posible para protegerla, recabar la evidencia e iniciar cuanto antes la investigación”, sino que al lado de peritos definirán el protocolo por cada tipo de delito.
Así lo señala el documento Modelo 2020 de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, que la Comisión Técnica para la Transición de la PGJ a la Fiscalía entregó al Congreso de la Ciudad de México para las reformas correspondientes, en donde refiere que los ministerios públicos, agentes de la Policía de Investigación y de Servicios Periciales deben diseñar dichos protocolos criminales y criminológicos de investigación por cada uno de los delitos de alto impacto a lo que estén comisionados, esto para recabar datos de prueba de manera inmediata.
En el apartado Nueva dinámica de trabajo entre MP, PDI y Servicios Periciales, precisa siete puntos en donde se desarrollan las nuevas funciones del personal de la FGJ. Los primeros puntos refieren las funciones de la PDI y de Servicios Periciales, que consisten en combinar sus capacidades para definir “la estrategia de investigación” a la que estén comisionados; el Ministerio Público “pasará de ordenar diligencias y peritajes, a controlar la calidad y solidez del trabajo de investigación”.
En cuanto al MP, el documento refiere que controlará “la arbitrariedad policial, lo cual es clave para que la investigación criminal deje atrás los viejos métodos autoritarios y las acusaciones no se derrumben ante el juez de Control”.
