El olor de frutas como el tejocote y la guayaba se perciben en los mercados de la Ciudad de México, mismos que se resaltan esta época con los puestos de series de luces, pinos, coronas de adviento, piñatas y algunos otros que venden de todo para los rituales de Navidad y Año Nuevo.
“A diferencia de los centros comerciales, en las romerías podemos comprar los animalitos del nacimiento que traen los artesanos del Estado de México; ahí podemos encontrar de todo, por ejemplo aquí en Jamaica hay hasta ríos de medio metro, donde cae el agua, sólo para que se ponga el nacimiento, también tenemos casas, y cualquier tipo de personaje que la gente decida”, dijo la cronista Julen Ladrón de Guevara.
Los comercios comienzan la vendimia navideña desde el 15 de noviembre, los primeros productos en ofertarse son los árboles de navidad, las series, las escarchas y todo para el nacimiento, aunque los comerciantes señalaron que este año la venta ha sido menor.
La señora Gloria, quien tiene más de 40 años vendiendo en el mercado Jamaica, comenta que pese a que cada año su producto se termina, ha observado que la gente ha optado por los centros comerciales para surtirse de los accesorios para decorar sus casas, espera que algunos de sus clientes tengan la iniciativa de regresar a los mercados.
“Es muy feo, pero sí estamos perdiendo clientes con ese tipo de competencia, antes acabábamos muy rápido, ahora es difícil que todo el producto se termine, ya este año compramos menos. Ojalá la gente que va a los comercios se dé cuenta que comprar aquí nos ayuda a los comerciantes de la zona y no a empresas”, dijo la mujer de la tercera edad.
Para Ladrón de Guevara, es necesario que los capitalinos veamos a los mercados con otra línea narrativa, no sólo como parte de un folklore o que son utilizados por el sector popular, sino, analizando que ahí llegan los productos de mejor calidad y sin tantos contaminantes, además de que el dinero se va directamente a los comerciantes.
“No sólo apoyamos a los productores, también aseguramos que nos venderán productos de buena calidad y pensándolo así, también nos estamos ayudando a nosotros”, dijo.
Luces de diferentes colores rodeando la mayoría de los negocios, musgo, heno e incluso figuras de personajes como Santa Claus, el niño Dios o los Reyes Magos, son algunos de los artículos que más se venden en estas romerías. Pero también los productos para la buena fortuna del próximo año.
Listos para las cenas
El 16 de diciembre comenzaron las tradicionales posadas, aunque algunas personas aseguran que ya no es lo mismo que en décadas anteriores, todavía hay gente que decide convivir con sus vecinos, por lo que acuden a los mercados para preparar desde el ponche hasta algún aperitivo.
Montones de cacahuates, tejocotes, manzanas, naranjas, mandarinas, jícamas y cañas, están a primera vista en los puestos de frutas, los precios varían de acuerdo a cada negocio.
En el mercado de Jamaica la guayaba, uno de los principales ingredientes del ponche, está a 30 pesos aproximadamente, mientras que las cañas cuestan alrededor de 10 pesos el kilo.
Sin embargo, ya hay algunos que comienzan a comprar los ingredientes para la cena navideña, la señora Carmela, asegura que ella compra todo lo seco y lo enlatado una semana antes, para evitar aumentos exagerados o filas enormes.
“Yo comencé a comprar frutos secos y otras cosas para la cena desde la semana pasada, porque luego uno va a un lado y hay mucha gente o luego te lo venden más caro, así que por mi experiencia, ya me he dado vuelta en varios mercados, como aquí en Jamaica, así como en la Merced y los productos frescos los compraré en la Central de Abasto, ya sólo el Pavo, pues en el súper, porque no hay más opciones”, comentó.
“Los chefs más importantes de la Ciudad de México, yo considero, están en los mercados, han tenido la oportunidad de estar concentrados en un espacio durante mucho tiempo en cuanto a fondas, restaurantitos, flauterías, taquerías se refiere y muchos de ellos traen sus recetas de la abuela, la bisabuela o con más de 180 años de antigüedad”, comentó.
Explicó que los mercados son centros multiculturales, porque hay migrantes de otros estados, entonces en estos puntos se puede encontrar comida típica de Jalisco, de Oaxaca y de Estado de México; hay una gran variedad de pozoles y de mole, no olvidando el que se produce en la capital del país.
“Hay una gran variedad gastronómica; sin embargo, a muchas personas les da asco comer en el mercado porque está sucio; sí es algo que hay que mejorar y con acciones muy sencillas, es un problema que sí existe, pero en muchos mercados no. Las personas desconocen la riqueza culinaria, y están dispuestos a pagar mil 200 pesos en restaurantes, pero tenemos cocineros con tradiciones, que cocinan todos los días, recetas de la gastronomía mexicana bajo el techo de los mercados”, expuso.
Exhortó a los capitalinos a visitar los mercados en esta época y en caso de que la familia decida comprar los alimentos en un establecimiento, busque la opción de los mercados, pues es ahí donde hay esta tradición y mejores guisos, como los romeritos y el bacalao, entre otros.