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En la sede de la alcaldía Cuauhtémoc, un agente del Ministerio Público fue asesinado de dos balazos en la cabeza la mañana del miércoles al salir de las oficinas de la agencia en la que laboraba.
Primeros testimonios refieren que aproximadamente a las 05:00 horas, la víctima recibió una llamada telefónica, y al salir del lugar, ya lo esperaban para matarlo; nadie dijo darse cuenta del hecho.
El occiso fue identificado como Alfonso Urueta Mendoza, quien tenía más de 15 años en la procuraduría.
En el Informe Policial Homologado, que los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) entregan a sus mandos superiores, se reportó la detención de un “imputado” presuntamente relacionado con el incidente y quien responde al nombre de José Ángel “N”.
Los uniformados dijeron que su detención se realizó a dos calles de donde sucedieron los hechos y no pudo explicar qué hacía ahí, además de que se mostró nervioso al momento de que se le realizó una revisión, por lo que fue consignado al Ministerio Público para deslindar responsabilidades.
Ahí descubrieron que el imputado, junto con otras dos personas, fue detenido el pasado jueves 16 de mayo en las inmediaciones del Eje Central cuando intentaron abandonar el cadáver de Amber Marian Adame Figueroa en calles de la zona centro.
Además, en el departamento que habitaban encontraron varias bolsas con marihuana, en esa ocasión los detenidos confesaron que “su amiga” murió a consecuencia de una sobredosis.
Indagatorias. Según lo asentado en la carpeta con número FCH/CUH-2/UI-3 S/D/03672/05-2019, Alfonso Urueta Mendoza consignó a el joven imputado y sus dos cómplices, pero sólo por el delito de narcomenudeo en la modalidad de posesión para comercialización y sin tomar el cuenta la muerte de la joven de 24 años.
Los tres detenidos ingresaron la madrugada del sábado 18 de mayo al Reclusorio Oriente y ese mismo día quedaron en libertad después de la 09:00 horas por orden de un juez de Control.
Ese fue el último caso que tomó Alfonso Urueta Mendoza y por el que estaba “nervioso y preocupado”.
Sus amigos y compañeros declararon que Urueta Mendoza estaba muy inquieto la semana pasada y este lunes les confesó que lo habían amenazado.