La convocatoria que en redes sociales lanzaron diversos colectivos feministas para salir a protestar por los presuntos abusos de autoridad de las corporaciones policiacas, congregó la tarde de ayer a 20 personas afuera de la sede de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
Ahí, luego de gritar consignas contra los uniformados, 15 minutos después de las 14:00 horas las inconformes se fueron retirando de una en una, sin que se registraran actos vandálicos ni violentos.
Los alrededores de la central de la policía capitalina los resguardaron 400 empleados pertenecientes al cuerpo de Protección Civil.
El despliegue incluyó la calle Liverpool, en la colonia Juárez, en la alcaldía Cuauhtémoc, así como vialidades aledañas y por momentos la avenida Paseo de la Reforma.
La dependencia preventiva detalló que los oficiales policiacos contaban sólo con equipo de protección personal (cascos y escudos), extintores para mitigar cualquier conato de incendio, pero no portaban armas de fuego.
Momentos antes de la concentración se dio a conocer que un juez del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de México impuso prisión preventiva justificada a dos policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a quienes el Ministerio Público les imputó el delito de abuso de autoridad, luego de los hechos registrados el pasado viernes en calles de la colonia Polanco, donde los uniformados presuntamente patearon a una menor de edad que acudió a la marcha.
En audiencia de cumplimiento de orden de aprehensión, los imputados, asesorados por su defensa legal privada, solicitaron la ampliación del término constitucional, por lo que se fijó continuación de audiencia para el próximo jueves, a las 15:00 horas, en la que el juez resolverá si los vincula o no a proceso.
Mientras tanto, el juez ordenó que fueran trasladados al Reclusorio Preventivo Varonil Sur.
“La convocatoria fue en redes sociales, ahí la vimos y por eso estamos aquí, ahora no llegó mucha gente, pero no importa, lo importante es que salgamos a la calle a exigir que se respete nuestro derecho a la manifestación y que los policías y el gobierno no sean represores. Lo que le hicieron a Melanie no tiene nombre y aunque seamos poquitos vamos a exigir justicia.
“No basta con mandar a los policías a la calle, buscamos que se implementen protocolos y mecanismos que nos garanticen que cuando salgamos los uniformados no nos golpeen o abusen de su autoridad, eso es lo que exigimos”, precisó Claudia, una de las 20 mujeres que llegó a protestar.
La manifestación también estuvo vigilada por personal de la Comisión de Derechos Humanos local y del gobierno capitalino, para evitar cualquier represión.