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El gobierno de la Ciudad de México ayudó a financiar la construcción y mantenimiento del estadio de beisbol Diablos Rojos de México, en la Magdalena Mixhuca, a través de recursos que debieron ingresar a la administración pública capitalina. Además, el inmueble será utilizado, aprovechado y explotada por 10 años y con opción a unos 20 más.
De acuerdo con el Permiso Administrativo Temporal Revocable (PATR), firmado en la pasada administración, y con información del Instituto del Deporte de la Ciudad de México (Indeporte), la única contraprestación que se plasmó en el documento es la edificación y mantenimiento de las instalaciones en un terreno del gobierno capitalino con una justificación de gastos de inversión mínima anual de 29. 5 millones de pesos.
En el permiso se indica que el centro deportivo no adquiere derechos de propiedad sobre el inmueble, sino únicamente “para su uso, aprovechamiento y explotación” y al término del mismo —que puede tener dos prórrogas como máximo, es decir, alcanzar en total 30 años— el estadio será devuelto al gobierno.
Luego de que EL UNIVERSAL publicó que el Indeporte y la Secretaría de Finanzas desconocían en qué se había invertido al menos 118 millones de pesos de 2015 a 2018, el primero entregó una lista de conceptos y montos que le proporcionó el Centro Deportivo Alfredo Harp Helú como parte de la contraprestación.
También incluyeron la compra de camisetas promocionales —en octubre de 2018 con un costo de 34 millones 808 mil 573.93 pesos—, la filmación de un documental, así como reembolsos por desayunos, estacionamiento, una corona funeraria y por comidas con contratistas de la obra.
“Recursos, auditados”. El extitular del Indeporte, Horacio de la Vega, aseguró que los 118 millones de pesos no están perdidos, sino que forman parte de los más de 2 mil millones de pesos que —en especie— han pagado los permisionarios para alzar el estadio. Aseguró que mientras estuvo en el instituto todos los recursos fueron fiscalizados y auditados y en caso de haya habido observaciones, en su momento se solventaron adecuadamente.
“El acuerdo con Alfredo Harp, es que la inversión la haga él al 100% (…) la ventaja de hacerla [así] es en total beneficio del Gobierno de la Ciudad de México, de que no invirtió un sólo peso en el estadio, el señor Harp hace la inversión y que el patrimonio inmobiliario se incrementó”, dijo.