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El PRD en la Ciudad de México entrará en un proceso de autocrítica y análisis para llevar a cabo una refundación total, en la que no se descarta hasta cambio de siglas.
Leonel Luna, presidente de la Comisión de Gobierno en la Asamblea Legislativa, habla con EL UNIVERSAL a cinco días de que el sol azteca fuera arrasado por la coalición Juntos Haremos Historia y perdiera —después de dos décadas— la capital. Admite que el PRD perdió su esencia y dejó de enarbolar las demandas de la ciudadanía para entrar a un letargo sobre sus propias estructuras.
“Por eso urge una refundación desde los principios básicos del partido, arribar a una fuerza política nueva que esté a la altura de las expectativas de la gente, que sea propositiva y tenga la tarea de regresar a los comités de base, con ideología de izquierda moderna”, explica Luna Estrada.
No desecha la idea de que más perredistas se vayan a Morena, pero afirma que hay más militantes comprometidos y responsables.
El también coordinador parlamentario del PRD acepta que los resultados en la elección se deben a que se tuvo malos gobiernos, que no respondieron a las expectativas de la gente, tanto a nivel local como nacional.
Considera que lo ocurrido el 1 de julio más que una derrota es una oportunidad para reconstruirse. Es momento, precisa, de generar una línea política diferente y una ocasión para sumar. Dice que están a tiempo de generar una imagen distinta con condiciones de credibilidad y confianza.
Reconoce que hubo excesos de la clase política, falta de cumplimiento de compromisos y de comunicación entre gobernantes y gobernados.
El líder perredista explica que al ex jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, candidato que impulsó el PRD a pesar de que nunca se afilió, le tocó tomar medidas difíciles y que tuvieron un costo: “Hizo cosas buenas pero que no comunicó, creo que ese es el principal problema y la principal crítica que tendríamos”.
Con 30 años en la administración pública, Luna responde a quienes apuestan a la desaparición del PRD y les advierte que están equivocados.
Señala que lo vivido es una experiencia que debe servir a todos, para tener claro que la dinámica interna del instituto político debe cambiar y que contempla la desaparición de las tribus o corrientes.
“Al interior hay que generar esquemas mucho más democráticos, nos vamos a concentrar en la capacitación de cuadros políticos.
“ Es un partido que ha envejecido y debemos generar un código de ética que permita frenar las traiciones que dieron, sancionar a quienes no cumplan con los principios básicos e impedir el oportunismo”, argumenta.
Luna deja claro que la izquierda del PRD no le apuesta a que al gobierno de Claudia Sheinbaum le vaya mal; sin embargo, resalta que se generará una alterativa novedosa, político-partidista, pero diferente y siempre del lado de la izquierda.