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Durante los años de apogeo del cártel de La Unión de Tepito, sus integrantes lograron conformar una de las más completas redes de recepción y distribución de drogas en toda la Ciudad de México; el sistema central de ese negocio ilícito estaba a cargo de tres hermanos que, a la fecha, han pasado desapercibidos por las autoridades locales.

A pesar de esa omisión, un trabajo de inteligencia de corporaciones federales los identificó. Por su sobre peso y la cantidad de droga que “movían”, los hermanos se autodenominaron el clan de Los Kilos; el trabajo de inteligencia que empezó desde 2010, ubica a esta incisión de La Unión como los responsables de recoger la droga que llega a la Ciudad.

Por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), a las centrales de autobuses y en casas de seguridad ubicadas en las fronteras de la CDMX con Morelos, el Estado de México y Michoacán, principalmente en las alcaldías Tlalpan, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac, demarcaciones en las que durante los últimos dos años los homicidios dolosos relacionados al narcomenudeo, así como el consumo de drogas, se han incrementado.


El seguimiento al clan de Los Kilos detalla que una vez que reciben la droga —marihuana, cocaína, heroína y recientemente crystal— la llevan a otros puntos para la “maquila”.

Puntos de encuentro. Los reportes de inteligencia apuntan a que estos domicilios están ubicados en las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa y —a partir de dos años atrás— Benito Juárez, de donde la droga ya sale lista para su distribución al menudeo.

Los Kilos son los encargados también de hacer llegar los papelitos, las bolsitas o “las dosis” a los distribuidores de las alcaldías en las que tienen influencia, es decir, en ocho de las 16 que integran la Ciudad de México.


El líder del clan, según el reporte de inteligencia, es identificado como Mario Javier “N”; la segunda al mando es Ana Yadira “N”, y el tercero fue identificado como Christian Jovanni “N”, quienes además, mantiene una relación cercana con la familia de José Roberto Maldonado López y/o Roberto Mollado Esparza, El Betito.

El organigrama criminal de ambos clanes nace con el matrimonio de Héctor Hugo López Martínez —ya muerto— quien se casó con María Guadalupe y/o Verónica Maldonado López, la hermana mayor de El Betito.

Héctor Hugo y Verónica tuvieron un hijo.

Actualmente el joven tiene 22 años; lo identifican como Brayan “N” y está en la mira de las autoridades, pues es el heredero natural del clan de Los Kilos y La Unión de Tepito.

El seguimiento que le han hecho a las dos familias revela que, incluso, Héctor Hugo y su hermana Verónica fueron quienes introdujeron en la carrera criminal a El Betito.

Los tres robaban a transeúntes en la zona centro, luego robaron autos y, más tarde, integraron la célula delictiva más peligrosa de la CDMX.

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