A más de un mes del incendio del Mercado San Cosme, locatarios piden a las autoridades del Gobierno de la Ciudad que las obras de reconstrucción no queden abandonadas, debido que el retiro de escombros va lento.
“No han quitado los escombros, eso lo tuvieron que hacer a principios de año, va muy lento el proceso, y tampoco hemos recibido el Seguro de Desempleo”, acusó Jorge, dueño de un puesto de verduras en el local 329.
En un recorrido, EL UNIVERSAL observó que los puestos de comida se encuentran en la calle y no en su área establecida, como fue anunciado por el alcalde de la Cuauhtémoc, Néstor Núñez, la semana pasada.
Los dueños de los más de 188 locales que fueron afectados por el incendio que se registró el pasado 22 de diciembre han improvisado con cajas de madera, tablas y lonas sus locales, para comercializar sus mercancías en la zona del estacionamiento; sin embargo, aún los compradores no se acostumbran a este modelo de “mercado sobre ruedas”.
“Tenemos que buscar dónde están las cosas, pero también por higiene no se me hace justo que no haya una área para la carne, pollo o verduras, todos están al pie de la banqueta”, opinó Silvia, una madre de familia.
Añadió que es “peligrosa” la zona, debido a que los puestos de comida, como quesadillas y tacos, tienen tanques de gas en sus puestos que se encuentran “muy reduccidos. Salen de un problema pero entran a otro”, señaló.
En tanto, Gabriel, un locatario que lleva trabajando en el mercado 25 años, indicó: “Nos encontramos sobre la banqueta esperando que lleguen los mismos clientes, esperamos que pronto lo rehabiliten, incluso somos pocos lo que tenemos luz y agua”.
De acuerdo con los comerciantes, éstos realizaron el censo para ser acreedores al Seguro de Desempleo, pero hasta el momento no han recibido el apoyo ni las carpas para instalarse en la calle, estás se las daría la alcaldía.
“Nos dicen que será la siguiente semana, pero ya vamos para un mes, mientras tanto nosotros ya nos acomodamos”, explicó la dueña de un puesto de uniformes, quien estimó una pérdida económica de 80 mil a 100 mil pesos, ya que parte de su mercancía fue consumida por el fuego, incluso muebles, bolsas de plástico y otros instrumentos.